Chök, the chocolate kitchen, es un espacio gastronómico dedicado al chocolate. Aunque su nombre parezca una marca importada del norte de Europa, Chök nace en el centro de Barcelona, en un local modernista de finales del siglo XIX.
La distribución del local es diáfana con una mesa central, permitiendo pasear entre sus deliciosos productos. La cocina se dejó abierta al público, para permitir ver el proceso de preparación de los productos, degustar, o participar en sus talleres gastronómicos.
El interiorismo supo combinar la moderna y limpia identidad corporativa, con el espacio modernista e histórico donde se encontraban, conservando muchos de los elementos existentes. El pavimento, de teselas blancas hexagonales, le confiere personalidad y se combina a la perfección con los elementos históricos. En cuanto a los colores, el blanco es el color que predomina en el espacio, permitiendo así que resalte el color del chocolate de los productos.
Entre sus productos podemos encontrar todo tipo de dulces con chocolate: sus famosos chöks (rosquillas recubiertas de chocolate), tartas, cupcakes, cookies, chocolate a la taza, chocolates de toda clase… Pero ahí no acaba la cosa. Como expertos en chocolate que son, se atreven a combinar este ingrediente con productos salados: patatas fritas, tortillas, tallarines, gin-tonics… ¿Habrá que ir a probarlos, no?
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