El comedor pequeño con gran fuente de luz y con variedad de usos (especialmente por la adolescente de la casa) se ha pintado en blanco el techo y las paredes, siendo la de la derecha entelada en jean celeste para dar un aspecto juvenil. La luminaria holandesa fue despojada de las pantallas agregándole tubos de bronce más anchos con lámparas incandescentes lechosas blancas redondas y caireles de lágrima azul y circulares de vidrio, para dar más iluminación por las noches ya que el lugar es reducido. El cortinado en lienzo crudo con pompones en celeste azulados deslizándose entre los pliegues, da lugar al concepto anterior de juventud, sostenida al barral de madera clara con argollas imitación bronce. Esta cortina fue elegida por su fácil limpieza (admite lavarse en lavarropas) y por mantener la claridad de la tarde que es muy fuerte en las primeras horas. Acompañados en la misma pared por 2 espejos redondos de distinto diámetro con marco blanco y retazos del jean haciendo rayas, uniéndose a la decoración. La mesa se pintó en blanco. En el centro se colocó florero cuadrado hecho en recortes de resina transparente envueltos por tira dorada, dando un toque fresco y colorido. Las sillas de ratán se pintaron en celeste y se les colocó almohadones de la misma tela de la cortina (lienzo) con botón en jean, para hacer composé con la decoración. El relleno de ellos es vellón siliconado elegido por su resistencia y resiliencia, armado con goma espuma delgada. La alacena contigua se craqueó en ambos colores incorporándola a la decoración. La alfombra fue descartada por el gran transito que hay en el lugar resultando incomodo para el movimiento de las sillas y dejando poco espacio para la circulación.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: