Todavía sigo en un momento en el que hablar de Navidad, es algo pronto para mí. Sé que ya se ha desatado la locura por todas partes, pero creo que hasta diciembre por aquí no veréis el ambiente festivo. Lo que posiblemente haga la semana que viene, es una recopilación de buenas ofertas para el Black Friday, otro bombardeo del que nadie se escapa pero que al menos, nos hace ahorrar algo de cara a las fiestas.
Pues lo dicho, que en la casa que traigo hoy encontraréis mucha inspiración, pero nada que tenga que ver con la Navidad.
Se trata de un proyecto de reforma integral del equipo de arquitectos de Space Factory, en Asnières-sur-Seine, Francia. Una casa de obreros del siglo XX, transformada en una auténtica y original obra de arte. Lo llamaron The Hidden Palace (El palacio escondido) porque fue así como lo imaginaron e intentaron recrear mediante su interiorismo.
La casa está llena de detalles para comentar. Preciosa la cocina donde predominan los colores pastel, el azul grisáceo de los muebles combinado con encimeras de mármol y pequeños toques dorados (como en la grifería o los tiradores), acompañan al suelo de mosaico, que completa el conjunto. Los guiños de madera (como las tablas de cortar o los utensilios de cocina), tienen su réplica en el office, sin duda uno de los espacios más originales de toda la casa. Está inspirado en los clásicos dinners americanos con estética de los 50´. Un gran banco en forma de U de terciopelo rosa, acoge la mesa redonda que combina madera y mármol en su base dibujando formas geométricas. Remata el conjunto, una lámpara con forma de pétalo que ilumina el comedor.
Zócalos a media altura y un verde intenso recorren parte de la vivienda, decorando sí, pero cuando los espacio son largos y estrechos, mediante esta técnica conseguimos disminuir la sensación de tubo en pasillos largos como en este caso, o en entradas pequeñas (como la de esta vivienda también), generando interés en esa pequeña estancia. Aquí, podemos ver cómo en la entrada se ha colocado sencillamente un espejo, el zócalo pintado y un suelo hidráulico que enmarca el espacio diferenciándolo del resto.
Las formas curvas están también presentes en todas las estancias, desde el salón donde se realizaron ventanales acabados en arco que lo comunican con la cocina, a los propios muebles como los del office, o la mesita redonda frente al sofá, las mismas curvas de la escalera, y más claramente al llegar al dormitorio principal donde sobre la cama, se ha construido una hornacina a modo de cabecero y se ha pintado de un azul intenso para resaltar. Finalmente el baño principal, también cuenta con sinuosas formas curvas, pero aquí ya estamos ante otro cantar.
Junto con la cocina, mi espacio favorito de la casa, ha sido amor a primera vista. La bañera vintage con patas es la protagonista y queda especialmente bien con esos azulejos tipo rústicos de 10*10 de la pared. Para el suelo se ha elegido los mismos de la cocina, de tipo mosaico. El hecho de que el baño esté abuhardillado y que en la parte del lavabo se hayan incorporado toques dorados, fibras naturales y colores más cálidos, lo hace todavía más confortable.
No sé qué pensaréis de esta casa pero yo la veo diferente, genuina y original,… me fascina su personalidad.
Fotografía: Hervé Goluza para Mi Casa Revista