Un estudio con toques de color; Alegría en la decoración.
Hoy os traigo un nuevo post donde os enseño un estudio con toques de color. Se trata de un estudio pequeño, donde hay un único espacio donde conviven la zona del salón, una zona de estudio y el dormitorio.
Como veréis es un espacio pequeño, pero gracias a la elección del mobiliario y su distribución, el espacio parece amplio y funcional. El mobiliario es sencillo, todos en tonos neutros como el gris y el blanco, salvo por determinados puntos de color que hacen que el espacio sea alegre y juvenil. El apartamento está pintado en blanco, paredes, techo, rodapiés, incluso la carpintería de madera y la de aluminio.
La zona del salón, que a su vez está compartida con la zona de estudio está compuesta por un sofá y un sillón con reposapiés en gris junto con un par de mesas nidos en blanco y madera. La decoración, una alfombra que hace de nexo de unión de todas la piezas del mobiliario, toques de vegetación y 5 cuadros de diferentes tamaños colocados sobre el sofá.
Una vista del salón y la zona de estudio.
El detalle de los cuadros en la pared y su composición me parece una idea perfecta de decoración.
Al no tener cortinas, entra tanta luz que el espacio es muy luminoso.
La zona de estudio junto con la cama es lo que aportan todo el color al espacio, sobre todo destacan el color rojo y el amarillo, presente en las sillas, las lámparas y los cojines.
Una imagen de la zona de estudio y la zona de dormir.
Me encanta el detalle del cuadro, un mapa en blanco y negro donde destaca en azul el río, me parece perfecto. Y todo ello junto a un tablero blanco de Ikea, una silla de plástico transparente con el asiento en color rojo, que hace juego con el flexo. Otro detalle muy original, son las bolas del mundo iluminadas, las cuales durante el día aportan color y por la noche ofrecen una iluminación de ambiente muy interesante, sobre todo al ser un único espacio.
Es estudio, simplemente perfecto.
Los toques de color hacen que el espacio sea muy juvenil.
La zona del dormitorio, muy sencilla, donde lo que más destaca son todos los cojines que decoran la cama, todos a rayas de mil colores, verdes, rojos, azules, amarillos, morados… Junto a ellos una silla blanca que hace las veces de mesilla de noche y como lámpara de mesilla de noche una bombilla que cuelga del techo, un detalle que me encanta.
La zona del dormitorio.
Los cojines, iluminan y dan personalidad a la cama.
Un pequeño espacio de almacenaje y la única estantería de la casa. Todo en blanco para no quitar protagonismo al color.
Un pequeño hall de entrada desde el cual accedemos a la cocina y el salón-dormitorio. Donde hay un armario y un perchero donde colgar la ropa de abrigo. El toque de color lo aportan las 2 alfombras circulares en color verde.
Desde el hall de entrada tenemos acceso al salón y la cocina.
Para se un estudio, el hall de entrada es amplio, en él encontramos un armario y un gran perchero donde colgar la ropa.
La cocina es compacta pero tiene todo lo necesario para que sea funcional, hasta tiene espacio para poner un pequeño espacio para comer. ¿Os habéis fijado en lo que utilizan como mesa? Una antigua mesa de coser que le da a la cocina un aire vintage perfecto.
Lo que destaca de la cocina es la pieza de tela que cuelga de la pared junto con las silla, todo ello es lo que aporta color a una cocina completamente blanca.
La cocina, funcional y muy acogedora.
Sorprende la pieza de tela que cuelga del techo y que decora parte de la pared. Un toque de color y originalidad.
La cocina.
El cuarto de baño es sencillo, al igual que el resto de la casa, es blanco con un azulejo muy sencillo cuadrado de 15×15. El toque de color; las toallas y los portavelas.
El cuarto de baño, sencillo, blanco y con pequeños toques de color.
¿Os ha gustado? El color nos alegra la vida, así que decorar con color. ;)
Imagenes vía Alvhem
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