Muchos amamos la decoración escandinava y otros tantos la aman pero no lo saben, lo que tienen claro es que en su hogar buscan un mix de sencillez, belleza y funcionalidad...Tres factores característicos de cualquier interior sueco.
Por eso este estilo decorativo se ha hecho tan popular a lo largo de los años, porque es fácil de lograr, es relajado, es acogedor, sofisticado…Y es que la estética minimalista sueca, con sus líneas puras y sencillas, de tonos suaves y luminosos nos ayuda a crear atmósferas relajadas y familiares en todas las estancias de nuestra casa.
Sí, se trata de un estilo decorativo sencillo y práctico, pero aunque parezca fácil de llevar a cabo, no lo es, porque muchas veces acostumbramos a acumular cosas en el hogar, o a colocar ciertos muebles que han llegado a nuestras manos en cualquier rincón sin tener en cuenta si nos dan servicio o si encajan con el resto de la decoración… Este tipo de actos hacen que nuestra decoración se desvirtúe y carezca de sentido.Así que si queremos que nuestro hogar parezca sacado de un catálogo de inmuebles de Estocolmo debemos llevar a cabo las siguientes pautas:
Partir de un lienzo en blanco
la base del estilo sueco es el blanco, techos, suelos, paredes, textiles… Cuanto más blanco incorporemos más cerca estaremos de conseguir un ambiente totalmente nórdico. Además el blanco aporta brillo, luminosidad y fomenta los ambientes tranquilos.
Solo lo imprescindible
Si sois de aquellas personas que tendéis a acumular de todo, souvenirs, regalos, recuerdos nostálgicos, siento deciros que os costará un poco más llegar a la pureza de un interior de estilo sueco y es que, si algo caracteriza a los suecos es su simplicidad y su capacidad de vivir únicamente con aquello que les aporta algo, aquello que es funcional, los accesorios que nos son útiles no tienen lugar en casa, es una manera de crear equilibrio y orden, con ello conseguimos ambientes mucho más agradables, espacios abiertos, cómodos y sin obstáculos. Si os dais cuenta, se trata de una forma decorativa que tiene muy en cuenta a las personas y a su estado de ánimo, se trata de buscar la calma, de conseguir un ambiente totalmente ‘zen’.
Contrastes que aporten personalidad
Las viviendas de estilo escandinavo siempre cuentan con algunos contrastes que rompen la monotonía cromática, por ejemplo incorporando algún mueble de madera de roble o de madera de roble en acabado oscuro…Otra manera de incorporar pinceladas de color es con los textiles, cojines con estampados más coloridos, tonos pastel, colores flúor… O simplemente algunos detalles en negro. Un par de cuadros, los cojines del sofá, una alfombra o una mesa de comedor, un par de detalles bastan para conseguir un efecto nórdico más personal.
Invierte en piezas que sean amor a primera vista
Ser consumista solo nos lleva a acumular cosas en exceso y sin sentido. Sé selectiva, elige e invierte solo en aquellas piezas de decoración que despierten en ti algo especial, esas que nada más verlas, sabes que las necesitas y sabes en dónde colocarlas. Ten presente a la hora de escoger muebles la atemporalidad de los mismos y diseños y acabados que no sean demasiado ‘modernos’ o que corran el peligro de cansarnos, es mejor tender a escoger líneas más clásicas o básicas, fáciles de integrar y perdurables en el tiempo.
Y ten claro en dónde conviene invertir más, como un buen sofá, una mesa de comedor, unas alfombras, una lámpara de techo…
La simplicidad también en los pequeños detalles
La parte principal de la decoración nos ha quedado clara, pero detalles del día a día, vajillas, mantelerías, trapos de cocina, tablas de madera, juegos de desayuno… También deben ser de líneas sencillas, minimalistas y con detalles suaves.
Un orden desenfadado
La suerte de decorar con pocos elementos nos da la posibilidad de crear esa sensación de hogar familiar que viene de la mano de un cierto 'desorden', no quiere decir que nuestra casa tenga que ser una jungla con la excusa! Pero si sois observadores, os dareis cuenta que en las viviendas suecas siempre econtramos algunas cosas como fuera de su sitio, unas zapatillas en la alfombra del salón, los tacones junto a la silla del escritorio, unos cojines en el suelo, una taza de té en alguna mesa... Esto no es más que síntoma de que en esa casa se respira paz y relax, quiere decir que la decoración de ese hogar nos invita a disfrutar del descanso. Detalles como crear pilas con nuestras revistas, son ideas decorativas que nos ayudan a conseguir ese toque de orden desenfadado tan propio de los suecos.
Escoge un tema para la parte más estética
Si te gusta la fotografía opta por detalles inspirados en esta temática para decorar, una cámara réflex de época, fotografías de famosos artistas para decorar alguna pared de la casa, etc. Si te gusta la pintura surrealista escoge un par de pinturas con las que harás saber a todo el que te visite de un vistazo cuál es tu pasión. Si te gustan los ambientes rústicos incluye elementos como cestos de paja, sillas de inspiración country… Si te dedicas al diseño y a la creatividad aprovecha a incluir algunos elementos más originales en tonos vivos, amarillos, rosas o turquesas… Incluye complementos vintage si adoras los mercadillos de segunda mano... Todo esto es válidos siempre y cuando no alteremos la armonía y la simplicidad que hemos creado como base de nuestra decoración.
Combina texturas y estampados pero mantén la gama cromática
Elegir diferentes texturas (para la alfombra, los cojines, las mantas) no es mala idea, pero si con esto vamos a combinar y a crear contrastes, entonces el tono debe ser armónico, lo mejor es guiarnos por la paleta cromática que evoca la naturaleza y no salirnos de ahí, tonos tierra, grises, diferentes tonos de verdes o turquesas…