Se acabaron las Navidades y no voy a negar que me siento aliviada, necesito volver a la normalidad y dejar la anarquía de estos días, que una es cuadriculada y tantos planes me dislocan. Es más, mientras mis hijas disfrutan con sus primos de una tarde de circo, a mí me ha dado por hacer “zafarrancho” en casa y quitar todo símbolo y decoración navideña, no más belén, ni árbol, ni brillos hasta el año que viene.
A pesar de que queda mucho invierno por delante, yo ya empiezo a pensar en el buen tiempo, en días más largos y en el calorcito. Si algo tiene la decoración, al igual que la moda, es que todo llega por anticipado, así que en breve empezaremos a ver colecciones de primavera y verano, color por doquier para alegrarnos la vida.
Por eso hoy os enseño dos casas de Galliussi, ya me perdonaréis pero es uno de esos decoradores que no necesita presentación. La casa de Ibiza es la suya propia, el entorno es envidiable (aunque ese mérito no le corresponde a él :-)), sí la vivienda tan blanca, tan humilde y modesta… donde todo ese batiburrillo de cosas funciona a la perfección. Me encantan los sencillos muebles, pero casi más los textiles como las alfombras y sobre todo la colcha rosa a los pies de su cama. La segunda vivienda tiene similares características, sencilla y campestre, en cualquiera sería un placer refugiarse los días de verano.
CAN KAKI, Ibiza
CAN EU, Formentera
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