Personalmente no celebro Halloween ni tampoco nuestro tradicional Día de difuntos. Sin embargo, me animé a montar una mesa de Halloween pequeña que pudiera inspirar a aquellos que sí lo hacen.
Se trata de una decoración de mesa de Halloween baratísima, ya que los materiales utilizados son gasas para cubrir heridas que siempre hay en el botiquín casero y libros viejos.
Con unas tarrinas de helado y vendas, conseguimos hacer estos cubiletes tan divertidos para las palomitas y para el regaliz. En el próximo post, os mostraré el tutorial de como hacerlos.
En casa, siempre tengo libros viejos que, en su momento, tuve que sacar de la biblioteca por falta de espacio (ahora con los ebooks ya no pasará esto). Los guardo en cajas para estas ocasiones. En uno de ellos, dibujé unos fantasmas que recorté después y sobresalen del libro a modo de pop-up y es excelente para la mesa de Halloween.
Rematando esta decoración, hicimos una corona colgante de paginas de libros viejos.
El proceso es muy sencillo, vas pegando las paginas a la base de la corona (en sentido vertical) y unas tiras de yute que, a su vez, tienen pegadas paginas en el otro extremo. Esta corona, puede quedar fenomenal en otras celebraciones como cumples o bodas.
Las caritas de fantasmas dispuestos en la bandeja negra, son galletas oreo de chocolate blanco a los que se le ha pegado (con chocolate) unas rodajas de regaliz a modo de ojos.
¿Qué os ha parecido el conjunto? ¿alguien se anima a reproducirla en casa?.