Así es esta casa ubicada al norte de Sydney, en Australia, una apuesta de su propietaria por el blanco puro. Absolutamente todo el mobiliario de la casa, paredes y suelo incluidos, son de un blanco luminoso, lo que, además, se ve potenciado por la colocación de un gran espejo y dos lámparas con cuentas de cristal en la zona del comedor.
La nota de color la ponen las plantas y flores frescas, así como los cojines y algún detalle en dorado. Es un acierto la apuesta por las láminas con mensaje, que están presentes en todas las habitaciones de la casa.
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