"Más vale la pena en el rostro, que la mancha en el corazón..." Bonita frase, ¿verdad? Pues la escribió Miguel de Cervantes y la puso en boca del personaje de su mayor obra, Don Quijote. Una de nosotras aún recuerda cómo ella y su hermana leían cada noche un capítulo de esa gran novela, por requerimiento de la profesora de Literatura (Mariuca, gracias por hacernos, finalmente, amar la lectura). Pues el ingenioso hidalgo de la Mancha tenía mucho de loco, aunque también momentos cuerdos y lúcidos en los que expresaba su sabiduría. No sin razón se dice que un loco se fija en las cosas que los otros no ven o no quieren ver. Pues nosotras no queremos ver manchas en el corazón... ni tampoco en nuestra ropa. Por eso hoy dedicamos esta entrada a los bonitos delantales que evitan los salpicones y que también decoran nuestras cocinas.
Don Quijote de la Mancha no tenía mácula alguna, sólo en el nombre y por la región en que el autor lo situó. Sus palabras son sabias y, aparte de hacernos sonreír en muchas ocasiones, también nos enseñan a ser mejores personas.
Hoy os dejamos con otra de sus frases... "Come poco y cena menos, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago". Y nosotras aportillamos.... ¡y comiendo poco, te manchas menos!
Fuente: este post proviene de Retro y con Encanto, donde puedes consultar el contenido original.
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