En una zona paralela a la cama se ubica una coqueta zona de tocador con dos armarios entelados para guardar la ropa. Y en el centro, una gran alfombra de lana en la que las pequeñas pueden jugar a ser bailarinas o improvisar la hora del té. Dado el tamaño de la estancia se permitía crear espacios diferenciados: por un lado, la zona de descanso con armarios y tocador; y en la habitación contigua, un estar con chimenea para dibujar y hacer los deberes que también cuenta con una gran librería y una cómoda. Ambas estancias comparten decoración en blanco roto y algunos elementos destacados en gris verdoso, como la chimenea, la cama o la zona de tocador.
Todos y cada uno de los rincones están decorados y pensados al detalle con elementos que crean sensaciones sensoriales y evocan espacios de invierno llenos de la magia de las fiestas. ¿Quién se apunta a una noche de pijamas aquí?
¿No os parece un espacio para las peques de lo más mágico?
¡Felices Fiestas!
Fotografías [ ] El Mueble