De sobra sabemos que porque dispongamos de pocos metros no tenemos que renunciar al estilo y comodidad. Cada día conocemos infinidad de nuevas ideas que aplicamos a nuestros hogares por la falta de espacio, sobretodo en pisos de solteros o parejas sin niños.
Hoy vamos a conocer como se ha rehabilitado un establo de tan solo 35m2. Según su dueño, el anticuario Serge Castella, es una caja de cerillas pero para él es perfecta. El salón era el establo de las vacas y la entrada y cocina el de las ovejas que ahora se han convertido en todo un lujo para su propietario porque es donde se refugia cuando necesita descanso. Y es que a los pies de los Pirineos como para no encontrarlo.
Lo que más me gusta es la frescura que le dan las piezas de diseño del siglo XX a la ruda arquitectura de una edificación de estas características. Si ya es apetecible disponer de un rinconcito así por ejemplo en los Pirineos, imaginad lo que puede ser tenerlo con una decoración así de cuidada.
Fotografía de Patricia Ketelsen para AD