Se trata de un cuarto piso, puesto que para ellos la entrada de luz era primordial a la hora de diseñar y pensar en su futura vivienda. Sin lugar a dudas, fue todo un acierto. Los colores grises y blancos dan el buscado toque minimalista a toda la casa, excepto en el salón donde el verde nos ayuda a relajarnos y disfrutar.
En el salón se busca una mezcla perfecta entre modernidad y crear un espacio confortable. El verde de la pared y la calidez de la madera de los muebles le dan un aire mucho más relajante y hogareño. En el conjunto, destaca la lámpara de la de zona de comedor que se trata del modelo Big Bang de la casa Foscarini. También destaca la gran luminosidad que entra por la terraza y que se ha aprovechado poniendo unas cortinas que dejen pasar la luz sin problemas.
Design cuenta que en la cocina llevo a cabo algunos cambios sobre la que le ponía la constructora para ganar luz y sensación de espacio. La encimera paso a ser de Silestone blanco, lo que potencia la sensación de limpieza y los armarios de arriba son de cristal. De este modo, se da mucha ligereza al mobiliario. Nos encanta el office con toques rojos.
El dormitorio está dominado por el color gris, lo que crea una atmósfera relajante y perfecta para el descanso. El papel pintado de la pared del cabecero juega con este binomio cromático, al igual que la ropa de cama. A la hora de elegir el mobiliario se opto por el color blanco para poder meter más muebles que aumentarán la capacidad de almacenamiento de la estancia.