Por lo menos, un par de veces al día, nos enfrentamos al reto de poner a prueba nuestro talento culinario. Fomentar y potenciar esta labor forma parte, no sólo de tus habilidades y capacidades, sino también, de los elementos con los que contemos para realizar esta tarea. Contar con el mejor espacio, la distribución más optima y los medios necesarios, son las claves de un buen diseño de cocinas. Y en Cocinas RIO tienen la capacidad de entender las necesidades de cada cliente, al que se le ofrece una atención personalizada.
COCINAS EN L
Si te decides por una cocina en – L -, el espacio debe favorecer nuestra labor. Este tipo de distribución son una opción fantástica para dar respuesta a tus necesidades tanto estéticas como espaciales y funcionales. Ideal para cocinas pequeñas, sobre todo cuadradas en el que se crea un ángulo de 90º entre las dos encimeras. Este tipo de cocina vale tanto para estancias cerradas como abiertas al salón, siendo muy habitual en estas últimas. De esta forma se aprovecha muy bien el espacio y se consigue una cocina más amplia y práctica que en línea. Además, tienen la ventaja frente a las cocinas en – U – que sólo disponen de una esquina, que siempre son incómodas, de modo que aprovechan bastante bien la capacidad de almacenaje.
Las cocinas en L quedan muy bien a dos colores, situando en la zona inferior un color más oscuro o vivo, y en la zona superior un tono blanco o claro.
COCINAS EN LÍNEA
Este tipo de distribución no es quizá la más cómoda ni óptima. Al ubicarse en un mismo lineal todos los elementos clave de la cocina, lavado y cocción, perdemos el triángulo de trabajo necesario para la preparación de los platos, debiendo desplazarnos siempre a lo largo de una misma línea para sacar los alimentos del frigorífico, llevarlos al fregadero y cocinarlos. Es la mejor opción para las cocinas estrechas y alargadas, cuando sólo disponemos de una pared para colocar el mobiliario y los electrodomésticos.
Si contamos con un pequeño salón comedor y una pequeña cocina pero queremos ampliar visualmente el espacio, la mejor solución es tirar el tabique que las separa, colocando una cocina en línea, la mesa de comedor a continuación y después la zona de estar-salón. Hay que intentar colocar una puerta batiente para entrar, que nos quita espacio y colocar una corredera si es posible, así no libera la entrada y el acceso a electrodomésticos como el frigorífico.
COCINAS CON DOS FRENTES
Este tipo de distribución presenta dos lineales, uno frente al otro, a lo largo de las paredes principales de la cocina, dejando el espacio central para circular. Ideal para cocinas rectangulares y pequeñas,con cuidado de que la zona central no quede muy estrecha, para evitar el efecto túnel. En uno de los frentes lo mejor es colocar los muebles altos de suelo a techo: frigorífico, columna horno-micro, despensa, armarios de limpieza, etc.; y en el otro la zona de agua y de cocción. De esta forma se aprovecha al máximo la capacidad de almacenaje.
COCINAS EN U
En este tipo de distribución, el mobiliario de cocina se extiende por tres de las paredes hasta formar una – U -, de esta forma el espacio queda mejor aprovechado y el centro de la cocina quedará despejado para poder moverse libremente. Una de las grandes ventajas de elegir este tipo de cocinas es que vamos a tener mucho espacio para el almacenaje.
Ya sabes cuales son las cocinas que triunfan. ¿Te animas a cambiar la tuya?
vía Dica, pinterest, cocinas Rio, Inko