Precisamente en el post de hoy aprenderemos a diferenciar la porcelana de la loza y qué podemos obtener de cada distinto material. Así podremos elegir la vajilla que mejor se adapte a nuestras necesidades.
La porcelana
Las vajillas mejor consideradas y estimadas son las vajillas de porcelana. En su composición se encuentra un 50 por ciento de caolín, un 25 por ciento de cuarzo y otro 25 por ciento de feldespato.
Para su elaboración, se mezclan todos estos materiales para crear una pasta que se moldea y cuece a 1000 ºC. A esta temperatura, la pasta se vitrifica. Después, se introduce al horno de nuevo a unos 1400 ºC. Es por este motivo por el que la porcelana soporta mejor las altas temperaturas.
El proceso termina con un pulido para un acabado brillante y o bien, se deja en blanco o se decora a mano o con calcas.
Pero, además de la porcelana, también podemos encontrar otras dos variantes china y bone china. ¿Y en qué se diferencian?
Cuando se habla de china, se refiere a que en su elaboración solo se ha realizado una cocción.
Y respecto a la bone china, a la pasta se le añade al menos un 25 por ciento de cenizas de hueso. El resultado es una porcelana sublime, de aspecto delicado y muy elegante.
La loza
La loza, al igual que la porcelana, también es cerámica. La principal diferencia con la porcelana es la temperatura de cocción, mucho más baja. También la arcilla que se utiliza es más común y por eso el resultado final de las piezas es mucho más basto que el de la porcelana. Es pesado, más poroso y quebradizo. Igualmente tiende a los arañazos, especialmente con el uso de los cubiertos.
Por eso, las vajillas de loza se suelen utilizar más para el día a día, aunque esto está cambiando, ya que en la actualidad no merece la pena. Las tendencias han cambiado y son muchos los que deciden invertir un poco más en una vajilla de porcelana, más resistente y que se mantendrá perfecta por más tiempo.
Además, hoy en día la oferta es mucho más amplia, encontrando vajillas de porcelana a muy buenos precios.
Cerramos el post con un consejo: hazte con una vajilla blanca y la tendrás siempre disponible para ocasiones especiales pero también para diario.
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