El cambio de hora en España: ¿Ahorro energético o impacto económico?

Como cada año, durante el 2024 se producirán dos cambios de hora en España, uno en marzo para pasar al horario de verano y otro en octubre para volver al horario de invierno. Estos cambios, que consisten en adelantar o atrasar una hora los relojes, han sido objeto de debate en cuanto a su efectividad en el ahorro energético y su impacto económico.

El periodo de hora de verano se define como la etapa del año durante la cual se adelanta la hora en sesenta minutos con respecto a la hora del resto del año, aunque en realidad se trata de un periodo que abarca la primavera y el verano. Esta práctica se generalizó tras la crisis del petróleo de 1973 como una forma de aprovechar mejor las horas de luz solar y ahorrar energía. Italia y Malta fueron los primeros países de Europa en adoptar este método, y poco a poco otros países se sumaron. En el año 2000, el cambio de hora se hizo obligatorio en la Unión Europea.

Sin embargo, la efectividad del cambio de hora en términos de ahorro energético es cuestionable. La Comisión Europea calcula que el ahorro oscila entre el 0,1% y el 0,2% del consumo eléctrico anual, mientras que el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) no cuenta con datos disponibles al respecto.

En cuanto al impacto económico, expertos económicos afirman que se puede afirmar -aunque no muy rotundamente- que no tiene un efecto significativo. Existen cifras dispares sobre el posible ahorro al realizar el cambio de hora, pero en la actualidad no tiene mucho sentido, ni por la agricultura, ni por el precio de la luz por horas, ni por la eficiencia energética. No tiene ningún impacto y es muy residual.

El experto explica que, si bien es cierto que en función del cambio de hora se puede aprovechar la luz del sol al atardecer o al amanecer, al final esa luz que se ahorra por la mañana se gasta por la tarde o viceversa, por lo que no existe una verdadera eficiencia energética si se considera el consumo en un día entero. En realidad, estás desplazando un gasto o un ahorro, y añade que hoy en día el único beneficio que aporta el cambio horario es aprovechar las horas de luz natural, que no artificial.

La opinión de los ciudadanos sobre el cambio de hora tampoco es muy favorable. Según una encuesta publicada por La Vanguardia en 2023, la mayoría de los españoles cree que el cambio de hora no les resulta beneficioso, ni para su economía ni de forma general. Además, un estudio del CIS recoge que un 67,1 por ciento de los españoles quiere acabar con el cambio de hora, frente a un 22,2 por ciento que prefiere seguir como hasta ahora.

En este contexto, es importante destacar que una buena forma de ahorrar en la factura de la luz de cara a la primavera y el verano es contar con una comercializadora que ofrezca luz a precio de coste. Durante las épocas de mayor producción de energía, los beneficios no se traducirán necesariamente en una factura más baja durante los meses de calor, por lo que optar por una tarifa a precio de coste puede ser una estrategia inteligente para los consumidores.

En conclusión, el cambio de hora en España sigue siendo un tema de debate en cuanto a su efectividad en el ahorro energético y su impacto económico. Mientras algunos estudios sugieren un ahorro mínimo, otros expertos cuestionan su relevancia en la actualidad. La opinión de los ciudadanos también parece inclinarse hacia la eliminación de esta práctica. En cualquier caso, los consumidores pueden explorar alternativas, como las tarifas a precio de coste, para optimizar su factura de la luz durante los meses de primavera y verano.

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