Antiguamente el crochet era un arte manual, cultivado por nuestras abuelas, que fue pasado de generación a generación. Hoy por hoy pocos somos capaces de hacer una manta de crochet, pero lo cierto es que tampoco es una técnica con muchísima complicación.
El crochet ha vuelto con fuerza a nuestros días. No es que se sigan haciendo las típicas zapatillitas para bebé, agarraderas para la cocina o caminos de mesa; los usos más comunes han quedado relegados; ahora, de lo que se trata, es de emplearlo en cualquier tipo de objeto, cuanto más original mejor.
Todo sea por sumarle a nuestra decoración algún detalle con esta técnica q se ha impuesto nuevamente y q tanta "calidez" nos regala; y tantos recuerdos trae a la memoria. Así q ya saben sino cuentan con ayuda de alguien q se los enseñe, siempre hay cursos en las laneras de la zona . Y si aun así no se animan a emprender esta aventura de aprender esta técnica, no se preocupen; al ser tendencia en decoración la mayoría de las tiendas de decoración (tanto grandes como pequeñas), cuentan con algún que otro elemento que nos ayudará a conseguir este efecto tan vintage.