Si os fijáis bien, a pesar de usar el blanco y negro como base en la mayoría de sus estancias, resulta muy diferente al estilo nórdico que vemos en muchas ocasiones con este binomio como protagonista; y la clave reside en la mezcla de mobiliario de corte clásico (como el sofá, el escritorio, la silla que hay al lado de la tele, las mesitas de noche, la cómoda del dormitorio y el cabecero, las lámparas del salón, etc.), con piezas de diseño moderno y contemporáneo (las sillas, la mesa y la lámpara del comedor, las láminas, la silla del escritorio, etc).
(no os perdáis el detalle de la estantería hecha con tuberías, ¡genial!) Este apartamento nos parece que consigue crear un ambiente donde, tanto los amantes de lo clásico como del diseño más actual de corte nórdico, podrían sentirse a gusto. Algo que no es fácil de lograr, y aquí nos dan toda una lección de estilo.
¿Os gustan este clásico renovado?
¡Feliz comienzo de semana!
três
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