En el comedor
Subir el techo: Las vigas pesan visualmente. Al pintarlas claras, el techo "se eleva". Y en beige, si el espacio es abierto, gana calidez.
Maxilámpara: No tienes por qué limitarte a lámparas pequeñas en espacios mini. Si la quieres grande, elige una pantalla de tela clara.
Campana decorativa: Al pintarla del mismo color que las paredes, se integra en el ambiente y se disimula su tamaño.
Antigüedades, sí... Pero de tonos claros. Las sillas, retapizadas en color crudo, ganan luz y la mesa, decapada.
Lamas hacia el infinito: Colocadas en el sentido de la entrada de la luz hacen que los espacios parezcan más grandes.
En el salón
Pufs con patas: Son perfectos como asientos auxiliares y también como puntos de apoyo extra en el salón. Si tienen patas, se verán más ligeros y si pueden guardar, cumplirán una doble función.
Alfombra nacarada: Si el suelo de tu salón es de color oscuro, cúbrelo con una alfombra clara de tamaño XL: ayudará a ampliar. Y más si su pelo crea un efecto nacarado, porque multiplica la luz.
Mesa ligera: En blanco roto y de líneas rectas, es ideal para salones de pocos metros porque no llena el espacio central. Elígela de medidas proporcionales al sofá: debe medir 1 metro menos.
Muebles bajos abiertos: Y de líneas rectas, ocupan el mínimo espacio visual pero ofrecen superficie de apoyo y almacenaje. Eso sí, en la zona abierta mantén el orden para no causar el efecto contrario.
En el dormitorio infantil
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Contraste luminoso: Si quieres dar color a las paredes, hazlo con sutileza. Pero guarda el blanco para el mobiliario, lo que más presencia tiene.
3 tonos como mucho: Y suaves. Las camas ocupan mucho espacio y no se verán tan "llenas" si los textiles juegan con pocos tonos y muy suaves.
Literas tipo tren: Si tienes una pared de 3 metros son la solución perfecta. Su presencia es más ligera y consigues espacio para guardar debajo.
Mesa y cabecero: Un tablero de 40 cm de fondo bajo la ventana puede ser escritorio y cabecero a la vez, con hueco para guardar debajo.
Guardar a lo grande: Aprovechar el bajo de la cama con gaveteros permite disponer de espacio para cosas grandes como nórdicos o mantas.
En el baño
Griferías empotradas: No restan espacio dentro de la cabina. Puedes elegir un rociador fijo, como este, y otro móvil, de líneas rectas, que ocupa lo mínimo.
Mampara de cristal: Si es transparente, delimita la zona de la ducha y no empequeñece. Elígela de perfiles delgados y su presencia será menor.
Encimeras de mármol: El mármol blanco macael es una de las superficies que mejor refleja la luz. En encimera o paredes, aporta claridad e higiene.
Muretes bajos: Dan intimidad al inodoro y la ducha sin restar luz ni interferir en la visión del baño. Y pueden servir como superficie de apoyo.
Bañera exenta: Encajada, como esta, necesita más de 1,50 m de largo. Si la eliges, que sea blanca y con patas, para que resulte ligera.
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En la cocina
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Tabique de cristal: Separa pero no aísla. Además de decorativo, protege el salón de olores y multiplica la luz y la sensación de espacio. Se ha equipado con una balda para útiles pequeños.
Un office mini: Una mesa tipo velador y dos sillas, todo en blanco para que sea más ligero, apenas ocupan 1 m2 pero son muy prácticos para desayunar o comer rápido en el día a día.
Panelados: Lavavajillas, nevera, lavadora... Panelar los electrodomésticos los disimula, lo que amplía la cocina. Además, el acabado satinado en tono crema refleja la luz.
Pensar a lo alto: Los armarios que llegan al techo multiplican la capacidad de almacenaje de tu cocina. Ponlos en una sola pared para no recargar y guarda arriba lo que uses menos.
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Vía: El Mueble
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