A pesar del volumen de trabajo siempre hay un hueco para escaparse a las grandes ciudades europeas que conservan patrimonios históricos. Hoy os queremos enseñar, por si no lo conocéis aún, el Hotel Molitor de París.
Como interioristas, de Barcelona, nos fascina su historia pero sobretodo su potente art-deco y la preservación de sus elementos originales y más característicos. Como los vidrios y las dos piscinas originales. Su valor reside en su largo recorrido histórico y en las funciones que las instalaciones han desempeñado a lo largo de su vida.
Muy resumidamente, Molitor, en primera instancia eran dos piscinas situadas a las afueras de París que servían de relax y entretenimiento para algunos afortunados. Durante el invierno, se convertía en una posta de patinaje a la que acudir en las fiesta navideñas.
Protagonizando episodios curiosos e históricos, como la presentación al mundo del primer bikini como pieza de baño, prolongó su vida hasta el 1989 que cayó en el abandono por la falta de recursos.
El espacio pasó a ser un rincón abandonado de la capital de París donde acudian grupos alternativos y grafiteaban sus paredes asi como campaban a sus anchas por lo que un día había sido ''la crème de la crème''.
No fué hasta el 2001, que tras un concurso de gobierno parisino, el grupo hotelero Accor se hizo con los derechos de explotación y lo reconvirtió en lo que hoy en día es el Hotel Molitor. Unas majestuosas instalaciones conservando sus dos piscinas originales e incorporando todo tipo de lujos al servicio tanto de sus socios, ya que también es un club privado, como de sus huéspedes.
Os dejamos una cronología a gráfica del paso de los años y el Molitor, con sus impresionantes cambios.
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