Si no lo encuentras, hazlo.
Nosotros más bien pensamos al revés:
Si no lo puedes hacer, cómpralo.
Este es el lema que seguimos siempre para afrontar los diferentes elementos decorativos que necesitamos elaborar.
El trabajo que mostramos en este post, nació de la necesidad de llenar un espacio con un elemento clásico, en su versión más moderna.
Estuvimos barajando varias opciones, y finalmente optamos por el espejo, ya que, llenando el mismo espacio, realza más su entorno.
El espejo es siempre un elemento decorativo a la par que funcional, y en determinadas estancias le da un toque de distinción y elegancia.
Para éste hemos empleado un marco de resina, ya que se trata de un material muy ligero a la par que económico. Se comienza con una capa base sobre la que posteriormente aplicamos la pintura.
Como remate final aplicamos crema a la cera. Y ya sólo nos falta colocar el cristal, para tener terminado el trabajo.
Respecto a lo que hemos mencionado al principio de comprarlo si no lo puedes hacer, ¡es broma! Hay que lanzarse y hacer lo que nos proponemos, porque al final merece la pena el esfuerzo. Si lo conseguimos, es perfecto, y si no, siempre nos queda la oportunidad de intentarlo tantas veces como nos propongamos.
Recordad, el objetivo no es la meta, el objetivo es disfrutar con el camino hasta llegar a la meta. Es lo que siempre te queda y lo que más recuerdas cuando alcanzas la misma. El largo camino recorrido y las adversidades superadas para conseguirlo.
Como siempre decimos, si te gusta, ¡comparte!
¡Hasta la próxima!