Quedamos tan encantadas con los nuestros que nos parecía una pena esconderlos dentro de las hojas de un libro así que, ya nos conocéis, nos faltó tiempo para idear otras formas de uso más lucidas...
La pantalla de la lámpara, el pomo de la puerta...
..., pero no solo eso, a la de nosotras que le está dando ahora por ganchillear le picó el gusanillo, y se propuso copiar la delicada flor con bastantes buenos resultados...
¡Y ahora resulta que las tiene por toda la casa!
Pues que vivan las flores de otoño, ¿no os parece?
¡FELIZ FIN DE SEMANA!