William Shakespeare
Hace unos meses ya, os hablé de un proyecto de reforma de un local en el que estaba trabajando y que, por aquel entonces, se llevaba todo mi tiempo. Lamentablemente el proyecto finalmente no salió y yo me llevé una pequeña decepción porque los clientes no terminaron de ser muy claros conmigo e incluso, después he visto que se apropiaron de alguna de mis ideas, peeeero... ¡qué le vamos a hacer! De todo se aprende, de este "proyecto-que-no-fue" también he aprendido cosas y además... ¿qué sería de nosotr@s si todo nos saliera bien a la primera, no creéis?
El "proyecto-que-no-fue" era la reforma de un restaurante tradicional de Laredo para convertirlo en un gastrobar en el que el ambiente, igual que la cocina, debía ser más fresco y desenfadado de lo que era hasta entonces. Las consignas fueron dos: debía ser una reforma asequible - tanto económica como formalmente - y los colores debían ser amarillo y gris, mezclados con la madera. Así que, para empezar a trabajar me monté un moodboard que sería mi inspiración a partir de entonces.
Contadas de izquierda a derecha y de arriba a abajo:
Fotos de Laredo (1, 4, 5) - @ Arridj / Fotos de New York (2, 3) - @ Pinterest
Fotos de inspiración deco (6,7,8) - @ Pinterest / Paleta de color - @ Deco López García
Al hacer el moodboard, los colores me llevaron directa al otro lado del Atlántico - menudo Laredo-New York que me marqué ;) -, mientras que la idea de una reforma asequible me llevó a la pintura y los detalles DIY. Unas manos de pintura, unas plantillas de estarcido, unos toques de color aquí y allá y las monótonas mesas y sillas de madera oscura podrían ser del color que quisiéramos. Además, vi claro el tema iluminación industrial - podríamos intentar hacer las lámparas nosotros mismos con flexos -, y también el popurrí de letras e imágenes en las paredes, para incluir viejas fotos de Laredo y que el nuevo gastrobar conservase, al menos en parte, el espíritu del viejo restaurante que lo acogía, así como la celosía que debía separar visualmente la zona de comedor - situada justo enfrente de la puerta - sin ocupar mucho espacio, pero proporcionando a los comensales la privacidad que a todos nos gusta tener cuando estamos comiendo. Y es que, la distribución del local fue, claro está, el otro gran condicionante del proyecto. Para que os hagáis una idea, situándonos en la puerta de entrada - donde está la flecha en la vista de la planta (debajo) - quedaría así: la barra y un hueco para tomar algo o picotear "de pie" a la izquierda; a la derecha mesas con sillas y una mesa con un banco corrido situado al fondo,bajo el hueco de la escalera del piso de encima - es una zona antigua y las casas, literalmente, se meten unas dentro de otras -; por último, de frente, queda la entrada a los baños - pedía a gritos una solución estética - y la puerta de la cocina, junto a un armario o aparador para tener a mano el servicio de las mesas.
Dibujo @ Mónica López
La distribución estaba clara, ahora había que rellenar todos esos huecos...
éstas son algunas de las ideas que me inspiraron a la hora de dibujar:
Todas las imágenes @ Pinterest
Y, aunque con una librería de imágenes mucho más escueta que la de Pinterest,
con todas estas ideas empecé a dibujar:
Todos los dibujos @ Mónica López
Y... hasta aquí llegó el "proyecto-que-no-fue". Los clientes no volvieron a dar señales de vida y yo paré de dibujar. Como os decía al principio éstas son cosas que pasan y de todo se aprende. El post me ha servido, además de para compartirlo con tod@s vosotr@s, para recordar que, a pesar de todo, disfruté mucho haciendo el proyecto. Espero que vosotros también lo hayáis pasado bien ;)
"Ser o no ser...", o cómo decía Antonio Banderas en aquel anuncio de Viceroy...
"no es lo que tengo, es lo que soy".
¡¡FELIZ SEMANA!!