Tres tabiques se eliminaron para crear un espacio diáfano para la sala, el comedor y la cocina. Su estructura se observa en el techo, donde unas vigas metálicas muestran la forma de su distribución anterior. A las habitaciones y los cuartos de baño se accede desde el pasillo de entrada que fue acortado para minimizar el espacio de circulación.
El piso no tenía ninguna característica arquitectónica especial que fuese de interés conservar para contar algo de su historia. Por lo tanto, todo se rehízo desde cero, dejándolo todo listo para un nuevo aspecto más moderno.
Los materiales y colores se eligieron para conseguir un entorno tranquilo. Colores blancos y neutros y un suelo de madera de roble en toda la casa menos en las zonas húmedas. Destacan las baldosas hidráulicas (ya sabéis lo que nos gustan) de la cocina, que también se han utilizado como encimera sobre el mueble del salón y sobre la pequeña mesa auxiliar junto al sofa. Una manera genial de integrar ambas estancias haciendo uso de estas piezas que tanto nos gustan.
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¿Qué os ha parecido la utilización de las baldosas hidráulicas también como revestimiento superior de los muebles?