Como ha sucedido con otros utensilios, es en el siglo XX cuando su uso se generaliza y se extiende a todas las capas sociales, principalmente al aparecer sistemas que reducen el tiempo dedicado a planchar, como las planchas de gas, eléctricas o incluso de gasolina.
El gusto por la ropa planchada, o con pliegues ha sido más una cuestión social y estética que práctica realmente, y aun hoy lo sigue siendo. Poca gente admite que planchar sea una tarea que realice de forma gustosa, y de hecho cada vez más clientes me cuentan que no planchan la ropa, como mucho la tienden muy bien o utilizan secadora para reducir las arrugas a lo mínimo posible.
Y aunque se han inventado aparatos que planchan de forma automática, hoy por hoy en ninguna casa de las que visito falta como mínimo una plancha, si no más de una!
En mi tablero de Pinterest “planchas” tenéis una selección de fotografías de planchas históricas, curiosas y bonitas.
En la news de febrero os contaré más cosas sobre la gestión de la ropa en casa, o lo que los americanos llaman “Laundry”, te lo vas a perder? pues suscríbete!
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