¡Qué de risas recordamos con aquel programa de televisión que seguro much@s de vosotr@s veíais...! ¡Humor amarillo! En él, una fila imparable de concursantes orientales hacían toda una serie de extrañas y arriesgadas pruebas de habilidad y destreza que, en la mayoría de los casos, terminaban con caídas, golpes y mamporros, con la consiguiente hilaridad de los televidentes. En España, el doblaje de ese programa japonés era realmente desternillante, y sus locutores inventaban toda clase de nombres para los concursantes: Pinky-Winky, Dolores Conichigua o el famosísimo Chino Cudeiro, eran algunos de ellos.
Y es que la influencia de Oriente es ya innegable en nuestra sociedad. El caso de las tiendas chinas es un ejemplo de ello. A pesar de lo que ha arrasado, en muchos casos, al comercio tradicional de nuestras ciudades, tenemos que reconocer que esos bazares nos ha permitido adquirir con facilidad, en un solo establecimiento, diversidad de artículos útiles, y no tan útiles, que también los hay, para nuestra vida diaria.
Innegable el fulgor amarillo, e innegable también que la sonrisa es la mejor de las medicinas, así que nada mejor que mezclarlas y ... ¡ahí tenéis un buen ramillete de "yellow smiley faces"!
Ya no es fácil encontrar tesoros callejeros por nuestro barrio... Aún así, una de nosotras tuvo suerte, y mirad con que silla tan bonita se topó. Tan de moda se han puesto los muebles de madera en su ...
¡Cuánto tiempo sin publicar por aquí! Lo cierto es que no estamos muy activas por redes últimamente, pero nos resistimos a irnos, eso seguro... El motivo de esta publicación es enseñaros el cambio que ...
Animadas por nuestra puerta de cristal, perteneciente a unos enormes ventanales de un edificio antiguo, es que nos hemos decidido a volver a publicar en el blog, algo abandonado, la verdad; no es algo ...
Esta historia va del horno tostadora que veis bajo la ventana, y que un buen día dejó de funcionar. Después de cerciorarnos de que no tenía arreglo posible, lo normal habría sido deshacernos de él en ...