La buscadora de Casas,
Lo primero que hago cuando aterrizo en una revista o en un blog de decoración es mirar las imágenes. Luego, termino leyendo las entrevistas que acompañan el reportaje. Nunca altero el orden de los factores porque me gusta imaginar antes que nadie lo que pueden decir después las palabras. En este caso, lo sospechaba. Finalmente, su propietario se sincera y nos cuenta que tiene un montón de ideas para decorar su casa. A mí no me queda más remedio que creerlo porque cuando miro su ático, llego a la misma conclusión.
Es difícil definir el estilo de decoración. Simplemente, ha conseguido su estilo y eso es mucho más. Porque se podrá copiar pero nunca tendrá su esencia. Dos niveles en los que conviven antigüedades con novedades, inspiraciones y un perro que podría hacerse amigo de Sam.
También espejos sin cristales, un reloj omnipresente, cuadros que descansan en radiadores y suelos hipnóticos. Paramos el tiempo en la cocina, el lugar con más vida. Nos fijamos en una distribución acogedora que se adapta a cada momento del día. Amplitud que fluye por el blanco, aprovechando cada rincón. Son espacios que saben a principios. En eso está la pareja que empieza a vivir en este ático fresco, joven y ecléctico.
¡Feliz miércoles!
Imagen: Weranda
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