Me gusta vivir en una ciudad de tamaño medio,aunque a veces se echan de menos ciertas cosas. Una de las que más noto en falta en Vitoria es un buen mercado de segunda mano, un rastro, mercado de pulgas, o como lo queráis llamar. Seguramente hay cantidad de tesoros cogiendo polvo en trasteros deseando tener una segunda vida. Para cazadores de piezas como yo, que le vemos una segunda oportunidad a casi todo, (solo me falta el tiempo para la brocha ) sería una gozada poder tener más a mano piezas como las de esta vivienda, pero claro está en París, y juega con ventaja.
De momento seguiremos escapándonos a Francia, así con la excusa practicamos el francés.
Feliz lunes
Fotos Mi casa
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