Pues bien, este DIY en particular me ha encantado. Me parece muy bonito y muy tierno (creo que esta es la palabra que mejor lo define). Es ideal para la decoración de una habitación infantil o como detalle para la habitación de una adolescente. Como podéis ver es muy fácil de hacer y no necesita muchos materiales. Un bol, arcilla polimérica, un rodillo y poquitos más para conseguir hacer esta preciosidad.
Lo bueno que tiene es que podéis hacerlo del tamaño que deseéis y del color que queráis. En un mismo día podéis hacerlo casi sin problemas y podréis disfrutar de vuestro conejo-cuenco casi en el acto. Bueno os dejo que veáis tranquilamente como se hace este cuenco tan tierno, que como podéis ver en estas maravillosas fotos, es casi imposible no ponerse manos a la obra y hacerlo.
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