Como del segundo tema entiendo poco aunque me atraiga, yo a lo mío, aquí van tres de los proyectos de Filippo. A pesar de ser espacios más diáfanos y con menos ornamentos de lo que acostumbro a poner (o a soltar mis recurrentes ¡woww!), hoy tengo que hacer una excepción, cada uno de estos proyectos me ha llamado la atención por un motivo u otro.
Si nos vamos al primero, en Hamburgo, me quito el sobrero con la otomana mostaza que tanto resalta en un espacio con predominio del blanco y negro. El suelo hidráulico del baño es para llorar, ¡qué digo! el baño completo, con sus sutiles detalles en color como la mecedora Eames, el perchero Hang it all o la toalla (de nuevo mostaza). En el dormitorio se puede bailar hasta un rock and roll del tamaño que tiene y en el nórdico, se vuelve a repetir el patrón del color mostaza, esto da continuidad a toda la vivienda. Para rematar, un vestidor que quita el sentido.
El apartamento de Riga me ha hecho desear trabajar en un despacho así, lo quiero tal cual, con las estanterías cúbicas y los aparadores al estilo de los antiguos de oficio. No estamos en la misma vivienda, sin embargo ¿adivináis el color de la alfombra del dormitorio?…
Y por último nos vamos a Florencia ¿y qué tenemos allí? ¡la nueva cocina de mi vida!, he decidido que ya no quiero una cocina blanca, quiero exactamente esa. Tampoco hago ascos al baño ni a los cerramientos de hierro y cristal.
Disfrutad de las imágenes, son pocas pero merecen la pena.
¡Buen fin de semana y Feliz Black Friday!
Archivado en: Ambientes e Interiorismo, Inspiración
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