Imagen unsplash
En Navidad una amiga me mandó un vídeo muy emotivo sobre la vida. Narrado en la voz de una niña, comparaba nuestro paso por este mundo con un viaje en tren.
Los trenes han formado siempre parte de la vida de mi familia, así que me encantó la comparación.
El viaje se inicia de la mano de nuestros padres, en distintas estaciones se va subiendo gente a nuestra vida, gente que también se baja del tren y que nos ha dejado una profunda huella y otros en los que apenas reparamos...
Hablaba de hacer el viaje lo más ameno posible, disfrutarle y hacerle disfrutar a los demás.
Creo que es una metáfora preciosa. Comienza 2015 y seguimos con nuestro viaje. Por delante, muchas cosas por vivir, buenas y otras no tanto... Mientras tanto, miremos por la ventana, disfrutemos del paisaje, de los que nos acompañan en nuestro vagón... saboreemos nuestro viaje, cada minuto, cada estación...
Para amenizar vuestro viaje, y como hoy la cosa va de trenes, os enseño como sería vivir en una estación de tren antigua suiza. Se ha realizado una reforma increíble, pero han conservado muchos elementos antiguos de la estación.
Vía
Una paradita en una estación como esta no estaría nada mal ¿no?
Otras viviendas muy, muy especiales: un contenedor, un torreón o vivir como un mono.
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