Tampoco es que me horrorice, pero es un color con el que hay que tener cierto cuidado. En las imágenes veréis dos tipos de ambientes, a mi modo de ver, en unos predomina el color Marsala dominando la estancia (es en estos casos donde digo un alto y claro ¡NO!), sin embargo hay otros ambientes donde sólo un elemento es de esta tonalidad, entonces la cosa cambia, su fuerza se diluye y no parece tan cansino.
Si nos vamos al mundo de la moda, sí me parece que el Marsala tiene su gracia, por ahí abajo os muestro unas botas y unos botines que aunque no me atreviera a llevarlos, me encantan. También soy muy fan de las uñas y labios pintados, creo que podría llevar este color sin problema…
Resumiendo, aunque es un tono complicado, si no queremos equivocarnos hay que usarlo con discreción, si nos pasamos resulta un tanto abrumador. ¿Y a vosotros, os gusta?
Imágenes Pínterest
Archivado en: Ambientes e Interiorismo, Inspiración
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: