Esta casa se encuentra en Copenhague en un antiguo edificio de principios del siglo XIX, sin embargo sus inquilos han conseguido darle un aire muy actual.
Con la eliminación del tabique que dividía el salón y el comedor ha proporcionado un espacio amplio y luminoso, que ha permitido hasta crear un rincón de trabajo, dentro de este espacio.
Sin embargo han sido capaces de conservar la autenticidad de lo antiguo, con la viguería vista, la carpintería original, el suelo de madera, las paredes pintadas con un estuco precioso...
El mobiliario, muy básico y austero, también sigue esta pauta, mezclando piezas muy actuales con otras antiguas compradas en mercados de pulgas.
Vía Bolig
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