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Si estuviéramos tomando un café,
te contaría que esta semana he conocido la iniciativa #supervivientesdecancer, de Gepac (Grupo español de pacientes con cáncer), un proyecto con un objetivo claro, eliminar los obstáculos que encuentran aquellos que superan un cáncer, cuando, después de un largo tratamiento, inician su rutina, su "vida normal".
Me ha parecido una idea estupenda, porque es verdad que necesitamos muchos fondos para la investigación de esta enfermedad, pero esa parte psicológica, esos pequeños obstáculos como tramitar una incapacidad, renovar el carnet de conducir o contar con flexibilidad laboral en la incorporación, también son importantes para las personas que han superado un tratamiento de cáncer.
La campaña que han lanzado, es cuanto menos sorprendente. Realizando un símil entre un tatuaje y el cáncer, dieciocho personas han tatuado su cuerpo el nombre del cáncer que han superado, podéis visitar la exposición fotográfica en Utopic_Us.
Si estuviéramos tomando un café,
te contaría, que hace un poco más de dos años, a mi familia nos tocó iniciar un puzle, a mi hermana le detectaron un cáncer. La detección fue de la forma más tonta y sin esperarlo para nada. Cuando se lo dijeron, me pilló de vacaciones en otro país y de pronto, mientras estábamos tomando un vino, la noticia llegó para transformar el control en miedo, mucho miedo.
Miedo a ver sufrir a mi hermana, miedo a perderla. Esa sensación es como un tatuaje, imposible de borrar, por eso la campaña me parece tan acertada.
Si estuviéramos tomando un café,
te diría que mi hermana ha sido una suertuda y que no ha necesitado ni tratamiento posterior. Eso te hace darle gracias a Dios todos los días. Sin embargo, con cada revisión, vuelve a revivir ese miedo. Me gustaría que esto no fuese así, pero la comprendo.
Hace muy poco que ella también se tatuó. Tres letras que representan lo más bonito de su vida, quizás aquello por lo que sintió más miedo cuando le dieron la noticia. El egoísmo no va con mi hermana, y estoy segura que en ese momento no pensó en ella, si no en los demás.
Si estuviéramos tomando un café,
te contaría que a veces, este blog, es perfecto para soltar cosas como las que os he contado hoy. Algo que llevas tan dentro, que es, hasta difícil hablarlo con mis otras hermanas, entre otras cosas, porque en esta situación, me tocó ser la fuerte del cuarteto y desahogarme con ellas fue imposible. Menos mal que tuve a mi chico siempre al lado apretando mi mano, fuerte, muy fuerte.
Si estuviéramos tomando un café,
te diría que como está muy cerquita San Juan, quemaremos como cada año, todos estos miedos, inseguridades, malos rollitos... y seguiremos confiando en que todo va a ir bien, sí o sí. Como dice Lucía B, "la vida es una verbena", y lo dice ella que ha tenido que subir al Everest, ¡a disfrutarla!.
Por si quieres tomar otro café rico, rico, pasaté por Sonambulistas, Oh my mum!, Pastartú, Mi casa en cualquier parte, Hello Marielou, En las nubes, Petit-On, Pacto de tres, El blog de Cati, I love bugs, Bizcocho de chocolate...
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