Se trata de un proyecto de rehabilitación integral de una vivienda centenaria, ya que, además de todo el espacio interior, también se ha remodelado la fachada.
Para la ejecución de este proyecto se ha conservado el carácter original de la casa, con suelos de madera y revestimientos de madera y piedra en algunas paredes. Para aligerar los espacios se ha optado por una carpintería blanca en puertas y ventanas y por muebles de madera blanca, muchos de ellos hechos a medida y también se han incorporado piezas de madera lavada.
Las tapicerías de sofás, sillas y sillones en loneta, algodón y terciopelo en una amplia gama de tonos beige y tostados son el complemento perfecto para hacer de esta casa el lugar donde uno se quedaría a vivir para siempre.
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