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Cómo dejar de matar tus plantas

Nuestra blogger Merienda a las 5 nos cuenta cómo ha descubierto su pasión por la jardinería.
A mi jamás se me han dado bien las plantas.  Hasta hace unos meses.

Cuando era soltera y me tenía que volver antes de vacaciones para estudiar en Madrid, me quedaba al cuidado del jardín de mis padres. En mis ratos libres me dedicaba a redecorarlo y pintar las macetas, pero la mitad de las plantas se iban al garete por exceso o falta de riego.

Cuando me casé, lo primero que hice fue poner plantitas en los alfeizares de las ventanas. No llegaron al otoño (eso son dos meses), así que opté por sustituir las plantas por bolitas de boj de plástico que quedaban muy decorativas.

En la casa nueva teníamos terraza, y quise darme una nueva oportunidad. Nos fuimos al vivero y compramos plantas de sol. Incluso nos recomendaron el Durillo, una planta que como su propio nombre indica es sumamente resistente y se suele colocar en las medianeras de las autovías. Nuestro durillo duró exactamente quince días, al parecer, lo ahogué.

Volvimos a los arbolitos y bolas de boj de plástico.

Cada año lucho contra la tentación de acudir al vivero y llenar de nuevo la terraza de flores, hierbas aromáticas, un laurel…y el Santo me quita la idea de un plumazo recordándome los intentos fallidos.

Este año, en Diciembre, en una visita a Ikea me compré dos plantas de interior y unos cactus con el firme propósito de sacarlas adelante y al menos no matarlas hasta el verano. A día de hoy esperan paciente a que las trasplante a una maceta mayor porque han crecido una barbaridad (y ya tienen casi nueve meses).







Viendo que mi relación con las plantas mejoraba, me aventuré a comprar en Aldi dos rosales trepadores. Costaban un euro cada uno, y en principio eran dos palos con su raíz. Así que allá por abril, decidí llevármelos y plantarlos en dos de las decenas de macetas vacías (recuerdo de anteriores intentos) que tengo apiladas en un rincón del balcón.

Y he de decir que son a día de hoy una alegría constante. Aquellos dos palitroques crecieron, les salieron multitud de ramitas y por ahora han florecido cuatro preciosas rosas de color amarillo clarito (aunque juraría que en el paquete ponían que serían rosa empolvado).


MIS ROSALES DE 1 DE ALDI EN MAYO (Al mes de plantarlos empezaron a florecer)


A LA IZQUIERDA LOS ROSALES EN JUNIO  Y A LA DERECHA EN AGOSTO Visto lo visto, mi marido decidió regalarme por mi santo una planta de interior que ahí se mantiene y sigue floreciendo. Y una hortensia que es mi único quebradero de cabeza, porque ni Madrid, ni mucho menos mi terraza con su orientación sudeste, son el lugar más idóneo. Pero haremos lo que se pueda.




HORTENSIAS EL 4 DE JULIO Y EL 16 DE JULIO (algunas flores se han pasado, pero la planta sigue adelante a pesar del calor de Madrid)



Aprovechando el tirón, me dediqué a salvar una planta moribunda del dinero que había conseguido mantener unos meses. Hice esquejes de ella y ahora tengo tres plantas estupendas, aunque al principio ninguno dábamos un duro por dos de ellas.



Antes de marcharme de vacaciones, las coloqué todas en el baño, donde hay mucha luz. Las que necesitan mantener la tierra húmeda metidas en un barreño con agua. Las que necesitan que las rieguen dos o tres días a la semana en la bañera en la parte contraria al desagüe y con un centímetro de agua. A las de secano las he dejado al borde, alejadas de la ventana para que no sufran con el calor y les aguante el último regado intenso.

¿Qué ha marcado el antes y el después? Después de mucho pensarlo, creo que ha sido mi constancia y sobre todo haberlas tratado individualmente. Porque buena intención siempre ha habido.

Antes, estoy convencida, simplemente me ponía a regar por regar, o se me olvidaban durante días…sin pararme a pensar que las hay que no necesitan agua a diario, otras necesitan tener la base siempre con un poquito , otras que les pulverices las hojas una vez a la semana, otras que las apartes del sol, otras que las pegues a la pared porque no les gustan las corrientes… dedicarles cada día un momentito a cada una me han proporcionado el placer de ver que soy capaz de mantenerlas vivas y quitarme ese estigma de “matadora de plantas” que tenía.

Así que estos son algunos consejos para que sobrevivan tus plantas:

Conoce tu planta. Averigua si es de interior, de exterior, si necesita mucha luz, o nada, si hay que regarla mucho o poco, si hay que regarla por arriba, o ponerle agua en la base, cuando habrá que podarla…

Establece una rutina para cuidar tus plantas. Dedica cada día (en verano) o un par de días a la semana (en invierno), un rato para cuidar, observar  y por qué no hablar a tus plantas. Si tienes una terracita pequeña no necesitarás más de 5 minutos.

Es mejor regarlas al anochecer (sobre todo las que están en el exterior) para evitar que las gotas de agua que queden en las hojas las quemen por el efecto lupa.

Cuando transplantes por primera vez a una maceta más grande, hazlo en un sitio en el que esté protegida de corrientes, tenga la luz adecuada, e intenta no moverla en unos días para que “se haga” a su nuevo habitat y arraigue mejor.

Invierte en una buena tierra.

Abona cada cierto tiempo. Yo utilizo unos palitos fertilizantes que clavas en la tierra cada dos meses y se van deshaciendo poco a poco y me van fenomenal.

En cuanto veas un pulgón (bichito pequeño, blanco, verde o negro) hazte con un spray fumigador para evitar que se extiendan a las otras plantas. Los hay específicos para cada tipo de bicho o para los más corrientes para un tipo determinado de planta (los geranios y los rosales son muy propensos), pero también los hay genéricos, que como primer arma de ataque nunca está mal tener a mano.

Cuando vayas a estar fuera de casa unos días y no puedas encargarte, mete las plantas en barreños con más o menos agua dependiendo de cuánta agua necesiten normalmente. Si te vas de vacaciones y no tienes quien te las riegue o rellene el agua de los barreños, venden estas botellitas de agua en gel que son estupendas. Estos consejos son los que he seguido yo y me han funcionado estupendamente.

Ahora ya estoy planteándome el siguiente paso a dar, reorganizar bien la terraza para poner alguna planta más que sepa que puede aclimatarse bien a ella. Y así seguir disfrutando de este nuevo hobby que he descubierto con 37 años. Y es que es muy agradable verlas crecer, disfrutar del verde natural, e incluso cortar alguna flor para ponerla dentro de casa.



¿Alguna recomendación de plantas para una terracita pequeña en Madrid que durante el invierno da el sol casi todo el día y en verano hasta las 13?

Un beso,

 

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