Muchas veces siento que me complico yo misma las cosas. Mi afán por controlar todo me desquicia en muchas ocasiones y además reconozco que empiezo a acumular manías extrañas que descolocan un poco a mi familia.
Durante el verano, cuando tenemos menos de todo, incluida ropa, juguetes, quehaceres… me doy cuenta de que soy mucho más feliz, estoy más contenta, más relajada.
¿Y cual es la clave? Pues la sencillez. La descomplicación (creo que esta palabra me la he inventado). ¿Y qué hacemos entonces?
Pues para empezar, conocer nuestras prioridades. Aquellas 3-4 cosas que son lo más importante en nuestra vida ( mi familia, la salud, tranquilidad económica, bienestar personal…). Siéntate y escríbelas en un cuaderno.
En segundo lugar debemos liberarnos de todo aquello que nos sobra. A modo detox. Física ,y también anímicamente, es muy importante quitarnos de encima todo lo que hace “ruido”. Dicen los expertos que sería ideal hacer esta limpieza al menos cada 2 meses. Ya sabes: tirar, tirar, tirar (o donar). Hace tiempo escribí un post al respecto sobre por dónde empezar a organizar la casa.
Y ya que nos hemos pegado la paliza a tirar cosas, ¿por qué vamos a meter más? Pensemos bien en lo que compramos. Que realmente sea necesario y útil. Hay muchas veces, la mayoría, que nos llevamos por el comprar por comprar. Esta entrada sobre Cómo comprar en rebajas, es igual de útil para este momento.
En tercer lugar tenemos que dar importancia al descanso, a la desconexión. Yo no sé tu, pero yo siempre siempre le quito horas al sueño si necesito tiempo extra para hacer cosas que no sean desconectar: trabajar en el blog, arreglar unos pantalones, dejar recogida la casa…
Tenemos que ayudar a nuestra mente a desconectar. A mi me gusta sentarme en la cama y ponerme música ambiental (ruido de agua de un río, o de lluvia, del mar…). 10 minutos que me saben a gloria y después activo el modo avión y ya estoy en modo off.
Y para finalizar, y en cuarto lugar, hagamos de la multitarea un recurso de última opción. Hace que gastemos mucha energía y que no demos el cien por cien de nosotros mismos.
Ahora toca ponerse manos a la obra. ¿Qué mejor momento que este comienzo de curso? ¿Tú que haces para hacer tu vida más sencilla?
Besos