Pero ¿qué tipo de alfombra es la que encaja mejor? Seguro que te has hecho esta pregunta más de una vez. A la hora de seleccionar una alfombra, debes saber que puedes encontrarte con distintos modelos divididos por tamaños, colores, texturas, formas y estilos. Cada uno de ellos te ayudará a generar un efecto distinto en la decoración de tu casa, por lo que tienes que tener claro qué es lo que quieres conseguir antes de hacer la selección de tu alfombra.
Es normal que tengas dudas, pero ¡no te preocupes! Hoy te dejamos una serie de ideas y consejos que seguro te sirven de ayuda.
La alfombra que triunfa en cada estancia
¿Necesitas una alfombra para un salón amplio? Para espacios grandes, alfombras grandes. Si además optas por colores claros, estarás aportando mayor sensación de luminosidad.
¿Que tu estancia es más pequeña? Reduce el tamaño de la alfombra pero elije también tonos claros, que además de luz, ayudarán a ensanchar visualmente el espacio. ¡Y “vestirán” muchísimo tu salón!
Pero además de aportar calidez, las alfombras pueden servirte para dividir espacios en una misma estancia. Por ejemplo, delimitar la zona de salón y comedor. El resultado será fantástico. ¡Pruébalo!
Si lo que quieres es decorar un estudio o despacho pequeño, debemos conseguir una sensación de sosiego y generar un espacio acogedor. Para ello, las alfombras de pelo en colores suaves son ideales. Decántate por tonos grises, azules, beige… ¡que no distraigan demasiado la atención!
Un rincón de tu casa en donde no puede faltar una alfombra es en el dormitorio. Además de su función decorativa, aportará calidez al ambiente. ¿Una sugerencia? Atrévete con los estampados o juega con distintas texturas.
Y ¿alfombras para una habitación infantil? ¡Las que quieras! Las tienes en distintos colores y con distintos motivos. Lo ideal es que ocupen bastante espacio para que l@s niñ@s jueguen en ellas y se protejan del frío del suelo.
También puedes optar por una alfombra para tu recibidor.