Photo by Airbnb Architects own home, luxury period apartment
¡Pintar, pintar sin parar. Mojar extender y vuelta a empezar! ¿Te acuerdas? La canción nos las prometía muy fáciles pero cuando llega la hora de la verdad, la labor de pintar las paredes o techos de tu casa se puede convertir en una auténtica odisea. Por eso he recopilado en este post algunos de los errores que por inexperiencia solemos cometer. Toma buena, nota, y la operación "Pintar tu casa", será todo un éxito.
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10 errores que debes evitar a toda costa cuando pintes tu hogar
#1. No hacer una correcta lista de materiales
Parece una tontería, pero es muy importante. Antes de valorar si te compensa llamar a un pintor, debes hacer una lista minuciosa de todos los materiales que vas a necesitar. Normalmente sería algo así:
Pintura (ayúdate de los simuladores para saber la cantidad)
Rodillos adecuados para el tipo de pared (fíjate en las etiquetas en la tienda)
Un mango extensible
Una escalera segura (no cualquier escalerilla)
Brocha para esquinas y huecos difíciles
Cinta de carbonero
Una cubeta grande
Protección para suelos y puertas
Ropa que no te importe ensuciar incluyendo algo para tu pelo
En las tiendas de pintura y grandes superficies casi siempre lanzan ofertas de pinturas súper económicas. Pero mucho cuidado con esto. Una pintura de mala calidad te puede salir súper cara, si al poco tiempo cada vez que te acercas mancha o no cubre como debería.
Siempre mejor pintura de buena calidad, ¡Aunque suba el precio!
Una forma de ahorrar en pintura es combinarla con otros materiales como el papel pintado o el friso de madera. Los papeles no son baratos, pero son cómodos de poner y no manchan. ¡Tenlo en cuenta también!
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#2. Tapar el suelo con plásticos
Aunque parezca una opción rápida, barata y fácil, créeme no es buena idea. Los plásticos se van a mojar a la primera de cambio y esas gotas permanecerán frescas durante horas. Con toda seguridad las vas a pisar, y acabarás manchando en las zonas que no vas a pintar.
⇴ Usa trapos de algodón, una manta vieja o protectores de suelo y fíjalos bien con cinta de carnicero o pintor.
#3. Pensar que los muebles no se van a manchar
Aunque no pintes el techo, siempre se mancha algo. A veces somos nosotros mismos con las manos sin darnos ni cuenta, así que, tapa todas las superficies que no vayas a pintar. Sofás, muebles... Cuanto más cubiertos, mejor.
Suite for 10 un proyecto de Egue y Seta.
#4. No cubrir las puertas porque irás con cuidadito
¿Sabes eso de que al mejor maestro se le escapa un punto? Dedica el día previo a la operación pintura, a cubrir con esmero puertas, ventanas, rodapiés y otras molduras. Es un trabajo aburrido y algo costoso, pero merece la pena por el ahorro de tiempo que supone después.
#5. Elegir el color sólo pensando en tus gustos
Casi nadie lo hacemos, sobretodo cuando no encargamos el trabajo a un pintor, pero tomarse el tiempo de hacer pruebas, es garantía de acertar con el resultado.
Quizás en los blogs o revistas, hayas cazado algún color de moda que te encanta, pero ¿Tienes la certeza de que en tu casa eso va a quedar bien? Las tendencias es color o efectos de pintura están muy bien, pero tu casa no se pinta todos los años ¿Verdad?
⇴ Factores como su orientación, tipo de techo o tamaño de la estancia, son clave para hacer una elección que favorezca tus gustos y sea acorde a tu casa.
No te cortes, prueba distintos colores en una misma pared, juntos para ver el efecto que generan.
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#6. Elegir siempre el blanco porque suma luz
Es verdad que es el color ideal para los que tienen cero experiencia pintado. Las "mentiras" se notan menos, y cunde más. Además, siempre ayuda a agrandar visualmente los espacios. Es un color con el que acertar en pisos que quieres poner atractivos para alquilar, o estancias con escasa luz. Pero dentro de los colores claros hay un abanico inmenso de posibilidades que te estás perdiendo.
⇴ Si no lo ves, siempre puedas usar un simulador de color hasta dar con la combinación 10.
#7. No preparar la pared
Una mano de pintura no va a solucionar una humedad, ni un desconchado. Tampoco manchas difíciles ni grietas o agujeros. Lo primero que deberías hacer es sanear la pared, y tapar con masilla los agujeros. Cuando seque, con darle un re pasito de lija, y pasar un trapo para retirar el polvo será suficiente.
⇴ Dar una mano de imprimación previa da mucha pereza, pero merece la pena si quieres sellar perfectamente la superficie y garantizarte un acabado más profesional.
¿Sabes que hay pinturas antihumedad, verdad? Funciona muy bien en techos de baños y zonas húmedas.
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#8. Empezar por el medio
Quizás si es tu primera vez no lo sabes, pero la pintura inevitablemente siempre acaba goteando un poco. Por eso es mejor que comiences por coger el pincel de esquina y pintes todos los zócalos. Al día siguiente estarán secos y ahora si podrás ir pintado desde arriba hacia abajo.
El borde del rodapié será siempre lo último, respetando nuevamente los tiempos de secado.
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#9. Quedarse corto con las manos
No es lo mismo pintar sobre una pared blanca y más o menos limpia, que tener que tapar otro color, o trabajar sobre un lienzo en mal estado. Aún así, mínimo tendrás que dar dos manos de pintura para que todo el trabajo quede perfecto.
Respeta los tiempos de secado y valora conforme veas el resultado si merece la pena aplicar más pintura. Especialmente cuando esté totalmente seca. Vale más un día extra de trabajo, que tener que volver a pintar en pocos meses.
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#10. Retirar inmediatamente la cinta de carnicero
Otro gran error. Si no quieres llevarte detrás la pintura lo mejor es que la retires cuando esté totalmente seca. Cuando lo hagas, intenta hacerlo arrancando en paralelo lo máximo posible, si lo haces de forma perpendicular a la pared o el techo saldrá mucho peor y quizás te lleves la pintura.
Estoy segura de que puedes aportar algo más ¿A qué si? Espero tu aportación aquí abajo con un comentario. ¡Venga esos pintores nivel PRO!
