Decorar con colores vivos es una tendencia que no pasa de moda.
Si te gusta el color a la hora de decorar tanto como a nosotros, te va a interesar este post.
Decorar con mucho color da siempre un resultado mucho más alegre que hacerlo con tonos pálidos y aburridos.
Es cierto que nos encanta el color blanco, y más aun si lo envejecemos dando lugar al conocido como blanco roto, pero hay sitio para todos los colores en casa.
Un hogar absolutamente blanco acaba siendo monótono y por miedo a romper la estructura que ya hay creada, optamos por no jugar con otros colores.
Como para gustos se inventaron los colores, si eres de los que no se atreve demasiado a ponerlos en práctica, recurre al blanco pero introduce algunos elementos de color como pueden ser una cortinas, unos cojines, la tapicería de las sillas, flores naturales, lámparas...
Esto te permitirá cambiar la decoración si te cansas de los colores.
LOS COLORES Y SUS EMOCIONES
Los colores afectan en nuestras emociones. Por esta razón es importante tener en cuenta este tipo de detalles a la hora de decorar nuestro hogar.
Debemos elegir colores que nos hagan sentir bien, y que encajen con nuestra forma de ser.
Esto, al igual que ocurre a la hora de elegir la ropa que nos ponemos, dice mucho de nosotros.
Los colores nos afectan más de lo que pensamos. Es por ello que debemos prestar atención a la decoración de nuestro hogar y lograr que los colores reflejen nuestra personalidad, y nos ayuden a mejorar nuestro estado de ánimo.
El color además, genera un gran impacto en la percepción del espacio en el que estamos.
La combinación del impacto creado a través del color y del diseño del mueble, crean la combinación perfecta para conseguir que un artículo destaque sobre todos los demás.
El color, los materiales, la textura...todo suma.
Todo le mundo tiene un color favorito y en muchas de las ocasiones, asociamos los colores a emociones, lugares y sensaciones determinadas.
En este blog estamos hablando en términos generales. Así que, como en la mayoría de las cosas, existen colores más propicios para según que estancias.
Por ejemplo, existe un color al que muchas marcas recurren a la hora de abrir negocios como suelen ser los restaurantes de comida rápida.
Existen colores que abren el apetito y otros que quitan las ganas de comer
Si profundizamos poco en este tema, diremos que e color rojo es uno de los colores más intensos. Es un color que estimula nuestro apetito. Por eso mismo, es un tono que muchos chefs utilizan para preparar platos en los restaurantes.
El naranja es un color cálido y acogedor que se asocia a los cítricos y por lo tanto a la vida sana. También abre el apetito. Puede ser un color excelente para usar estratégicamente en la decoración de la cocina.
El azul es un color que proporciona tranquilidad y calma. Sin embargo, rara vez aparece como colorante natural de los alimentos y por ello quita el apetito.
El amarillo es un gran captador de atención, un color que da felicidad, alegría y estimula los deseos de comer.
El verde es el color de la naturaleza y la vida sana. Los alimentos de este color generalmente son sanos y por ello bienvenidos en nuestros platos.
El color gris no solo nos quita el hambre sino que también nos hace tener disgusto hacia la comida. Si bien es un tono que da calma, inhibe el apetito.
El turquesa es un color vívido capaz de abrir el apetito. La combinación del turquesa con naranja también es una tonalidad atractiva para el estómago.
Lo mismo ocurre a la hora de decorar los dormitorios.
En este caso, un gran protagonista es el color azul.
El azul es el color del cielo y del mar, y es el preferido por la mayoría de nosotros a la hora de decorar esta estancia tan íntima de la casa.
El color azul nos transmite armonía, calma y serenidad, amplitud, luminosidad y frescura...
Debido a su efecto relajante, el azul es ideal para usarlo en espacios destinados al descanso ya que nos transmitirá una agradable sensación de calma y favorecerá por lo tanto la relajación y el sueño.
Además, independientemente de la tonalidad escogida, el azul combina perfectamente con muebles de maderas claras y textiles en blanco.
Los tonos blancos, cremas y grises, serán buenos aliados a la hora de combinarlos.
El rosa y el verde pastel son un fuerte contrincante.
Las tonalidades pastel son sin duda la tendencia de moda. Es innegable la felicidad que aportará a la decoración de tu casa esta gama de colores tan luminosa.
Tradicionalmente, los colores pastel han estado relacionados con ambientes infantiles, utilizados sobre todo en las habitaciones de los más pequeños dada su capacidad para proyectar serenidad y alegría al mismo tiempo.
Con un uso adecuado de estas tonalidades se consigue un espacio tranquilo pero dulce.
En definitiva, si quieres cambiar el aspecto de tu casa, nos encontramos en un momento perfecto.
Apuesta por muebles exclusivos con acabados diferentes que se salgan de lo común.
Incorpora muebles restaurados, pintados a manos, decapados y con color, mucho color que aporten alegría, luz y vida.
Cambiar la decoración es una forma de romper con la monotonía en casa, y es aquí donde nosotros podemos ayudarte.
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