Como estamos un poco cansado de estar encerrados por el frío, y aprovechando los maravillosos y soleados días que están haciendo, decidimos hacerlo al aire libre; en un bonito parque que queda muy cerca de casa.
Con respecto a la deco, aproveche que aún el pequeñín no está obsesionado con ningún dibujito para hacerle una fiesta alegre pero sin temática alguna. Escogí tonalidades blanco y negra (muy a lo nórdico y similar a su habitación); con pajitas, cajitas, servilletas y adornos a juego. El menaje son cosas de nuestra casa (la verdad no quería comprar nada) y la comida también era en su mayoría homemade.
Fueron miles las imágenes que me tuve que ver de Mesas Dulces para decidirme cómo hacer la de Santiaguito. Pero sin duda, la clave está en los complementos, los colores y en jugar con las alturas.
Las pajitas, banderines, servilletas y cajas para palomitas las compré en Sostrene Grene. Y el resto de los adornos (macetas,floreros, bandejas, botes) eran de Ikea.
Para comer hice mis famosos sandwiches fríos {receta aquí} palmeritas de hojaldre {receta aquí}, dos cremitas para picotear y muchaaaas palomitas.
Desde que vi la torre de oreos sabía que esta idea era para mi!! jeje Es fenomenal y no hay quien se resista.
La tarta escogida fue un bizcocho clásico de limón, cubierto de fondant y decorado con banderines y pompones de papel a juego con la mesa (también de Sostrene Grene).
Para darle otro toque dulce, coloqué dos botes de cristal en las esquinas a tope de bolitas de chocolate!!
Quedo fresca, sencilla y elegante ¡Tal como quería! Y lo mejor, por muy poco dinero.
¿Qué os parece? ¿Qué opináis del protagonismo de la mesa en los cumpleaños?
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