El interior blanco y puro irradia sofisticación y transmite una sensación de serenidad y de paz como pocas. El único toque de color que vemos es la madera de la cocina y la mesa, y pequeños toques de gris en algún mueble y complemento, que contrastan perfectamente sin restarle protagonismo al blanco.
Podemos observar la delicadeza que se ha tenido a la hora de decorarla. No hay ningún objeto que destaque más que lo destinado a lo realmente importante de la casa, su hijo Kristan. Tanto sus juguetes como sus fotografías son los elementos que más destacan en la decoración, y están presentes por toda la casa: sobre el sofá, en el aparador, en la pizarra de la cocina? Una casa donde se nota la importancia de la familia.
(El detalle de ir los dos a rayas blancas y negras no puede ser más #lovely ^.^)
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