Cuando viajamos, o pasamos unos días disfrutando de la montaña, siempre queda en nuestros recuerdos alguna fragancia asociada a sensaciones que vivimos en ese lugar. Así por ejemplo, recuerdo mi viaje de verano a Austria, un país donde donde predominaba un color verde característico de sus prados, y del que aún recuerdo cuánto me impresionó ver sus inmensos lagos rodeados de preciosos pueblecitos con ese característico aroma que desprendía el conjunto de la los árboles y la hierba mojada. Desde luego un hermoso país del que poder disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
Cuando alguien me pregunta si le podría aconsejar por una vela con toques elegantes para una tienda, un hogar o incluso, una zona de recepción o sofás de un hotel, pero que trate de conectar con la naturaleza, la primera que me viene a la mente es Minimal Boisée Aromátique, cuya fragancia está inspirada en los lagos de Italia y viene presentada en un frasco de cristal negro con una tapa muy coqueta de baquelita. El motivo por el cual suelo relacionarlos, quizás sea por su imágen de lujo unida a la exquisita fragancia de su vela, lo que me traslada a los recuerdos de los lagos de Austria junto a la visita que realizamos a la fábrica de Swarovsky en Wattens, muy cerquita de la ciudad de Innsbruck , donde se unía todo el poder de la naturaleza del Tirol con la hermosura y el lujo del cristal.