Llega fin de año y luego de hacer el balance pueden darse dos escenarios. O bien ha sido un año en el que conseguimos grandes clientes y seria genial retenerlos. O bien ha sido un año un poco flojo y sería bueno recuperar esos viejos clientes que antes teníamos.
De cientos de maneras de realizar estas tareas, la más famosa y la que perduró a través de los años es dar regalos empresariales. Cuando se regala un regalo empresarial, automáticamente demostramos valor frente a los ojos de quien recibe el regalo. Además demostramos cuán importante es esa persona para nosotros y si el regalo es importante, el valor objetivo del regalo se traslada al de nuestra marca (que irá grabada en el regalo).
Es un hecho básico de la psicología humana, dar regalos ayuda a mejorar las relaciones entre personas. Quien recibe un regalo siente gratitud y luego una sensación de retribuir el regalo. Por lo cual esta es una de las mejores maneras para fidelizar un cliente. Sin embargo, en la práctica, muchas variables entran en juego y es necesario organizarlas para así realizar una buena campaña de branding.
1- Definir la campaña: ¿regalos empresariales o artículos promocionales?
Primero que nada es necesario definir si nuestra campaña es una campaña reducida que apunta a publico selecto o bien si es una campaña masiva que apunta a todo tipo de persona. La diferencia es importante ya que de ella dependerá completamente la elección del regalo. No es lo mismo regalar 250 sets de asado, que regalar 10,000 bolígrafos plásticos con el logo de la empresa.
Si estamos buscando retener a esos clientes que hicieron que nuestro año sea un año productivo entonces estamos buscando dar regalos empresariales. Estos son regalos de gran valor (al menos visual) que tienen un gran impacto en quien los recibe.
En cambio si estamos buscando dar a conocer la marca, entonces quizás nos convenga realizar una campaña de artículos promocionales. Estos suelen ser de un valor mucho menor, lo que permite que su producción sea mucho mayor y así lleguen a una mayor cantidad de personas.
Un típico ejemplo de regalos empresariales puede ser un set matero: una matera de cuero o símil cuero que contiene un termo acero inoxidable de 1 litro; uno o dos mates; bombillas y demás agregados como tal vez una manta.
Un típico ejemplo de un articulo de promoción es un bolígrafo plástico.
#2 Definir el regalo o el artículo
Una vez que hayamos escogido el tipo de campaña, deberemos centrarnos en el regalo o el artículo específicamente dicho. En este momento debemos pensar para que ocasión estamos haciendo el regalo: si es por una fecha en especial como el día del padre sería genial que sea un regalo que a los hombres de 30 años (por dar un ejemplo) en adelante les encante; si es por una fecha un poco más general como lo es fin de año, entonces debemos buscar regalos para un target de personas más amplio. Definir este paso es muy importante, ya que de no hacerlo y de estar entregando todo el tiempo regalos comunes para el público en general, nos perderíamos ese impacto agregado que provocan los regalos personalizados.
A la vez no es lo mismo un regalo que escogemos para nuestros clientes o nuestras cuentas más importantes que para nuestros empleados. Siendo para los primeros mucho más usual hacer un regalo empresarial serio, mientras que para los propios empleados suele ser mejor hacer regalos originales, creativos y en definitiva más distendidos. Y esto afectará principalmente para el último punto la forma de entrega.
#3 La forma de entrega y el packaging
Esta es una de las partes más importantes del proceso. Así como dicen que para contar un buen chiste, lo más importante es la forma en la que se dice, en el caso del merchandising empresarial, una de las cosas más importantes es como se lo entrega.
Si tomamos como ejemplo un set de asado, no es lo mismo entregarlo en un estuche rígido y metálico, que entregarlo en un delantal.
Si bien la última opción no es mala, la primera tiene un valor agregado indiscutible que hace que la segunda parezca chica, por más de que sea una gran opción. Obviamente todo esto depende del presupuesto con el que se cuente. Tomando a una toalla por ejemplo, no es lo mismo entregarlas en las típicas bolsas plásticas transparentes, que entregarlas en un sobre de papel madera con una nota personalizada para cada persona. Vale hacer notar este caso, ya que hay varias empresas que, una vez comprado el regalo, deciden empezar a recortar todos los gastos posibles habidos y por haber. De esta forma destruyen todo lo construido por los regalos, ya que les falta el último paso.
Conclusión
Los regalos empresariales y el merchandising en argentina son simplemente una forma de publicidad como toda otra. No deben verse como un gasto, si no como una inversión. Y si no lo creen, entonces hagan la medición: midan su inversión en regalos y luego midan sus ingresos, antes y después de dar los regalos. Les aseguro por experiencia que verán mejoras tan grandes que no solo pagan la inversión en regalos sino que además dan ganancias. Todo esto sumado a que a la vez hayan podido retener clientes viejos y obtener clientes nuevos!