Porque sí, es fácil achacar los dolores de espalda al colchón, y todos tenemos claro que, más o menos, cada 10 años debemos sustituirlo, que también tenemos que voltearlo cada cierto tiempo. Pero ¿qué pasa con la almohada? ¿Cada cuánto deberíamos cambiarla? Según los expertos de Maxcolchon, marca especialista en productos de descanso, deberíamos cambiar de almohada cada dos años. Con el paso de los meses, la almohada va perdiendo forma, firmeza y deja de proporcionar el suficiente confort para nuestro cuello y cabeza, afectando por lo tanto a nuestro descanso.
¿Cómo escoger nuestra almohada?
Los expertos de Maxcolchon aconsejan siempre dormir con almohada ya que, de lo contrario, nos estaríamos exponiendo a posibles contracturas cervicales. Así, es importante escoger un modelo que se adapte a nuestras necesidades, de forma que asegure una buena respiración, una correcta posición en la columna y poca presión en la zona de las cervicales y la mandíbula. Teniendo esto en cuenta, estos son los aspectos que debemos valorar al escoger la almohada:Tamaño
Lo más normal es que este dependa del ancho del colchón. Sin embargo, en caso de ser una cama para dos durmientes, tendremos que decidir entre una almohada común o dos individuales. En este caso lo recomendable es optar por las individuales, que se adaptarán mejor a las necesidades de cada persona y garantizarán un mayor confort y descanso.Posición
Es probablemente la cuestión más importante, la postura que adoptamos a la hora de dormir:- Si lo hacemos boca arriba, necesitaremos una almohada con una firmeza intermedia, y una altura mediana, en torno a los 12cm-13cm. Con esto conseguiremos que el cuello adopte una postura más natural. Así, en este caso se recomienda el uso de almohadas de plumas, microfibra y viscoelásticas.
- Si dormimos de lado, utilizaremos una almohada de mayor firmeza, y con una altura de unos 15 cm, para rellenar el hueco entre la curvatura del cuello y el hombro. Así, los expertos indican que esta es la postura más recomendable a la hora de dormir, con las piernas un poco flexionadas, de forma que utilicemos la almohada para mantener la columna bien alineada. Y, para esta posición, la almohada viscoelástica es la que va a cumplir con todos los requisitos.
- Por último, si dormimos boca abajo, se requerirá una almohada muy baja y de poca firmeza, para que no modifique mucho la posición de la columna. Aunque, en cualquier caso, esta postura no es nada recomendable.
Temperatura corporal
La temperatura de nuestro cuerpo mientras dormimos influirá en la transpirabilidad que necesitaremos para nuestra almohada. De esta forma, si tendemos a sudar durante la noche, necesitamos una transpirabilidad alta.Beneficios de las almohadas viscoelásticas
- Proporcionan una gran adaptabilidad a las cervicales.- Reducen la presión en el cuello.
- Debido a su firmeza, se pueden usar tanto al dormir boca arriba, como de lado. No son recomendadas para dormir boca abajo pero, tal y como hemos comentado, no es una postura adecuada.
- Con los modelos de viscoelástica perforada, contamos con la transpirabilidad necesaria y, además, esto las hace más mullidas.
- Otra alternativa es la Almohada Carbon Active, en la que el calor se disipa fácilmente.
- Además, existen modelos especialmente indicados para aliviar dolores y problemas en la zona cervical.
Otras recomendaciones
- Es importante emplear fundas protectoras para la almohada, que garantizan así una buena transpirabilidad e impermeabilidad, y las protegen del desgaste diario.- Con el uso de fundas, además, reducimos la proliferación de bacterias en el núcleo de la almohada.
- También debemos airearlas de forma habitual. Para ello, ventilaremos el dormitorio antes de hacer la cama.
- Al igual que el colchón, se recomienda dar la vuelta a la almohada, aunque en este caso de forma más habitual.
- Las fundas protectoras deberán ser lavadas al menos cada dos meses. La funda exterior, en cambio, se lavará en cada cambio de sábanas.
- Además, una o dos veces al año, si el material lo permite, se recomienda lavar la almohada, siguiendo las indicaciones del fabricante. En el caso de las de viscoleástica, por ejemplo, no pueden ser lavadas, por lo que el mantenimiento se realizará con un paño humedecido con agua templada y jabón neutro. En cambio, las de látex, plumas y sintéticas sí pueden ser lavadas a máquina.
Si ha llegado la hora de cambiar vuestra almohada, no dudéis en dejaros aconsejar por los expertos de Maxcolchon.