***
Con la llegada del buen tiempo en Dinamarca son muchos los numerosos eventos que se organizan a lo largo de los meses de abril hasta casi septiembre. Desde ferias, conciertos al aire libre sin olvidarnos de los mercadillos. O como aquí se conoce Loppemarked. Vienen a ser lo que para nosotros son los mercadillos de segunda mano.
Muchos daneses aprovechan la ocasión para participar en los miles de mercadillos que se organizan en los diferentes barrios o diversas ciudades para vender aquello que no les interesa o por el contrario, asistir para encontrar auténticas reliquias vintage.
Personalmente, cuando acudí a uno nada más mudarme, me costaba entender cómo la gente podría estar interesada en comprar artículos de segunda mano. Pero con el paso del tiempo, y tras haber ido a varios de ellos, uno se da cuenta de los chollos que puede descubrir.
¿Qué es lo que podemos encontrar? Literalmente de todo. Ropa, objetos electrónicos, fotografías antiguas, cuadros, muebles… ¡Todo se puede vender! Tan sólo tienes que tener muy claro que es lo que estás buscando para no perderte entre tanto puesto.
A pesar de que también existen las tiendas de antigüedades o Antik, los daneses no suelen acudir porque los precios son mucho más altos. Además, como aliciente a estos eventos, en los loppemarked tienes la posibilidad de regatear, lo que no sucede en los Antik.
Los daneses son amantes de todo aquello que sea vintage o retro. Buscan aquellos objetos con aspecto antiguo o desgastado para dar a sus hogares ese toque especial, respirar la sensación de que el tiempo se ha detenido. Y es un concepto de estilo que combina estupendamente con el diseño escandinavo que predomina en casi todo el país.
Una alternativa a los loppemarked son los kræmmermarked. No existe una traducción al español para este tipo de mercadillo. Sin embargo, no son tan llamativos porque están más enfocados a cosas más pequeñas como figuritas, juguetes u otros objetos que apenas tienen valor.
Por último están los mercadillos temáticos, entre los que destacan los medievales. Uno de los más famosos es el de Ringsted, que tiene lugar cada dos años y donde uno puede asistir disfrazado de caballero o noble de la Edad Media. Lo más llamativo es que se encuentran más productos artesanales procedentes de pequeños comercios.
¿Te animas a hacer una visita a Dinamarca en busca de un tesoro vintage?