Si hay una época en el año en la que a todos nos gusta regalar esa es, sin duda, la Navidad. ¿A quién no le gusta dar con el obsequio perfecto para esas personas que hacen especial nuestra vida? Pues tan importante como el presente en sí es el envoltorio. Hoy te explicamos cuáles son los errores más típicos en los que puedes caer a la hora de envolver regalos, y cómo puedes evitarlos.
¿Eres una persona detallista y cuidadosa? Entonces seguro que estarás de acuerdo conmigo en que, en el arte de regalar, tan importante es el contenido como el continente. La forma de presentar el obsequio tiene un gran valor en sí mismo. Por eso envolver regalos de cualquier manera, sin cuidado ninguno, debería estar prohibido.
Hoy te vamos a explicar qué cosas has de tener en cuenta para que la presentación de tus regalos impresione de manera muy positiva a los tuyos. Y para lograrlo tendrás que estar alerta para no cometer los errores comunes de los que te vamos a advertir. Toma nota y aplícate el cuento.
Envolver regalos con demasiado papel… o demasiado poco
Uno de los fallos que se suelen cometer a la hora de preparar los regalos es el de utilizar demasiado poco papel. O todo lo contrario, utilizarlo en exceso. De cualquiera de las dos formas, el resultado no será el esperado.
Y es que parece que, una vez cortado, ya no hay marcha atrás. Si nos hemos quedado cortos, solemos tratar de poner el objeto de una manera o de otra para taparlo por completo (aunque sea imposible). Y si nos hemos pasado con la cantidad de papel, lo doblamos y lo volvemos a doblar, aun a riesgo de que el paquete sea un desastre.
La clave está en acertar con la medida del papel, centímetro arriba o centímetro abajo. Para eso puedes usar la regla de los cuatro dedos. Una vez envuelto el paquete, han de sobrar cuatro dedos aproximadamente para hacer los dobleces de forma adecuada.
En cualquier caso, si has cortado el papel escaso, puedes añadir una banda ancha para solucionarlo. No se notará. Y si te has pasado, recorta el sobrante sobre la marcha para que los dobleces no queden demasiado gruesos.
No reunir los materiales que necesitas
Si te pones a envolver regalos de Navidad sin haber pensado en las cosas que te van a hacer falta, te darás cuenta en la mitad del trabajo de que no tienes celo adhesivo, de que te falta papel, o de que la cinta es demasiado corta.
Este es un error bastante común, que tiene fácil solución. Antes de empezar el trabajo, hazte con todo lo necesario. Elige el papel con el que vas a hacer el envoltorio, busca las cintas o los adornos con los que vayas a decorar el paquete y asegúrate de que tienes suficiente celo adhesivo. También de que tienes a mano las tijeras, seguramente las vayas a necesitar.
Hacerlo con prisas (no son buenas consejeras)
Envolver regalos es todo un arte. Requiere imaginación y tiempo. No puede hacerse en cualquier momento, deprisa y corriendo. Al menos no si quieres que el paquete sea especial, maravilloso, toda una declaración de cariño en sí mismo.
Por eso, no aproveches los diez minutos que tardará tu pareja en volver de comprar el pan para envolver su regalo de Navidad. Lo harás con prisas y seguramente no te quedará muy bien. Y además te pillará con las manos en la masa.
Mejor busca un momento en el que sepas que vas a estar tranquilo, para cuidar al máximo cada pequeño detalle. Procura que el regalo esté impecablemente envuelto, el papel bien estirado, los bordes nítidos y los adornos en su sitio.
Utilizar bolsas para regalos
Este es un error en el que solemos caer cuando estamos agobiados por las prisas o el estrés de estos días navideños. Las bolsas que se compran para envolver regalos pueden ser una solución rápida al problema, pero pecan de falta de originalidad. El error no es utilizarlas. El error es no personalizarlas un poco para que digan más de ti y de tu regalo. Por eso, una buena idea es añadirles un detalle que las haga especial.
Puede ser un pequeño adorno, una etiqueta personalizada para la persona a la que queremos obsequiar, una decoración con cintas o con washi-tape. Dale alas a tu creatividad y tu bolsa de regalo se convertirá en un regalo en sí misma.
Deja volar tu imaginación
Piensa en materiales diferentes para envolver tus regalos. Todo tipo de papeles te pueden servir, no tienes por qué limitarte al papel de regalo. Y como adorno, ¿qué tal añadir al paquete una fotografía antigua de ese amigo al que tanto quieres? ¿Y alguna golosina en los regalos de los peques?
Hay miles de ideas flotando por ahí. Solo tienes que dejar a un lado el miedo y el recelo a no hacerlo bien, y pescarlas. Este año tus regalos serán tan bonitos por fuera como por dentro. ¡Seguro!
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.