Nosotros, como interioristas de Barcelona, hemos tenido la ocasión de ver algunos de estos en nuestra ciudad. No todo es negativo, ni mucho menos, pero si podríamos decir que monótono y creado con lo que se dispone y no con lo que se desea.
Esta nueva tendencia pues, se basa por lo general en suelos sin intervención, sillas y mesas de procedencia diversa, es decir de trapero de toda la vida pero le llamamos brocante y es algo más chic e incluso parece innovador.
También acostumbran a cumplir con el hecho de que las instalaciones estén a la vista, algo que en Molins Interiors intentamos evitar, ya que un espacio bien equipado sin que se aprecie, es infinitamente más perfecto.
En cuanto a las telas, es un mundo aparte. Desgastadas, descoloridas y en ocasiones con ácaros para darle ese toque ‘’bohemio’’
Quizás nos hemos quedado con los aspectos menos positivos, pero es que como en todo, en su justa medida puede ser aceptable. Sin embargo , abusando el resultado puede ser un conglomerado sin sentido recopilando todo lo que se puede y más.
Pero no hay motivo de alarma, se trata de una tendencia que como muchas otras, pasará.
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