A veces nos gustaría ser capaces de tumbarnos y dejar la mente en blanco, completamente en blanco, sin nada que la perturbe, altere o haga pensar... Por lo visto, la meditación ayuda a lograr ese estado, y no creáis que no le damos vueltas a eso de hacer algún curso sobre relajación mental. Es cierto que ya están las vacaciones a la vuelta de la esquina, pero a nosotras particularmente, nos cuesta desconectar. No es hasta bien entrados los días de asueto que nuestro ser se pone en modo veraneo; comenzamos a dormir más horas, notamos cómo el estrés nos abandona, los músculos se relajan... Uno de estos días que, tumbadas en la cama, pretendíamos no pensar, nuestra cabecita se fue por otros derroteros, esta vez decorativos (qué raro...). Para cuando quisimos darnos cuenta, estábamos elucubrando sobre los adornos de escayola que tantas veces coronan las lámparas, y al hecho de que por casa no teníamos ninguno. Y un pensamiento llevó a otro hasta llegar a nuestras socorridas molduras, esas que un día aprovechamos de un mueble inservible. Total, ¿por probar?
Y aquí os dejamos otras posibilidades que hemos encontrado "bicheando"...
Nada, que estas cabecitas nuestras no nos dan ni un respiro, aunque mientras vengan inspiraciones, ¡para qué quejarnos! Pero lo de la relajación sigue pendiente...
Fuente: este post proviene de Retro y con Encanto, donde puedes consultar el contenido original.
Ya no es fácil encontrar tesoros callejeros por nuestro barrio... Aún así, una de nosotras tuvo suerte, y mirad con que silla tan bonita se topó. Tan de moda se han puesto los muebles de madera en su ...
¡Cuánto tiempo sin publicar por aquí! Lo cierto es que no estamos muy activas por redes últimamente, pero nos resistimos a irnos, eso seguro... El motivo de esta publicación es enseñaros el cambio que ...
Animadas por nuestra puerta de cristal, perteneciente a unos enormes ventanales de un edificio antiguo, es que nos hemos decidido a volver a publicar en el blog, algo abandonado, la verdad; no es algo ...
Esta historia va del horno tostadora que veis bajo la ventana, y que un buen día dejó de funcionar. Después de cerciorarnos de que no tenía arreglo posible, lo normal habría sido deshacernos de él en ...