En el post Ruta 66: La ruta de la decoración vintage-industrial, ya os comenté que mi próximo proyecto iba a ser hacer una mesa de palet. Ya sé que llego un poco tarde, porque hace tiempo que salió esta idea, pero me encanta y he querido darle mi toque personal, haciendo honor a mi profesión.
Lo primero es conseguir el palet. A mí me lo han dado, pero he visto por ahí que los venden a unos 6 €. Podéis dejarlo tal cual o córtalo a la medida que queráis.
Lijarlo y barnizarlo para que quede la superficie más bonita.
Colocarle las ruedas atornilladas. Busqué por todos los sitios unas de hierro fundido, como las que llevan incluidas los muebles que venden de este tipo, pero no hubo manera. Al final elegí unas de Leroy Merlin que también están chulas.
Escribí una frase que me encanta, porque “Lo mejor de mi casa es con quien la comparto” y encargué un cristal a medida para colocarlo en la parte superior (redondeado en los cantos) sobre unas gotas de silicona.
Por último y para darle un toque especial, la he completado con la mesa Lang de Kenay, de cristal transparente templado.
Y este ha sido el resultado!
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