Procedemos a marcar y cortar, nos creamos el molde, en este caso en forma de pua, no obstante podemos darle las formas que se nos ocurran. Imaginación al poder.
Una vez lijadas y rebajadas en sus cantos, damos dos capas de
tapaporos, sellamos bien y lijamos y posteriormente damos una
laca color blanco algodòn, conseguimos así un lacado perfecto.
Yo he utilizado un rodillo de piel
de melocotón para darle un efecto
de lacado más auténtico.
Y para finalizar atornillamos las patas a los tableros
mediante estas piezas redondas. Rebajaremos en la
parte final de cada pata.
Una vez atornilladas nos aseguramos bien de la inclinación
de sus patas y de su altura. Ponemos unos topes de fieltro blanco
en todas sus patas y ya están terminadas.